El concepto y la práctica del principio de la dignidad de la persona humana constituye toda “la esencia” y el “universo” del ser humano. Todos los derechos fundamentales y las libertades son consecuencia de esta premisa. La construcción de todo cimiento sin esta, no es válida, sino que es injusta y perjudicial para todo la humanidad.
Por lo que, para los efectos de este trabajo, la dignidad humana halla oportunidades y riesgos en el mundo virtual y el ciberespacio. Estamos en un mundo conectado a través de distintas tecnologías que, a estas alturas, ya no constituyen un privilegio sino una necesidad para la participación social y el acceso a una vida digna y de calidad.
Es por eso, la importancia fundamental en el momento de tomar decisiones para el diseño, desarrollo y la implementación de tecnologías tomar como núcleo principal el reconocimiento de los seres humanos y su dignidad, resguardando las consideraciones derivadas de esta como: la seguridad privada y pública, el desarrollo económico, la libertad de emprendimiento, la difusión de la información y el conocimiento etc.
En este sentido, las amenazas para los derechos humanos de los ciudadanos del mundo son terribles formas de intolerancia, violencia y fragmentación social, plasmadas en conductas violatorias a la privacidad, a el derecho a la imagen, a la reputación de la persona, a la restricción de la libertad de expresión, al detrimento económico , a las falacias en la difusión del conocimiento y a la falta de una transmisión coherente y congruente de los principios y valores.
Como ya se ha dicho, son innegables los beneficios y la utilidad de las nuevas tecnologías, pero es primordial asegurar la protección de los datos personales y sobre todo de los derechos fundamentales de los usuarios que son y podrían ser vulnerados; y esto sólo se logrará en la medida en que los gobiernos actualicen sus leyes en esta materia y modernicen sus políticas públicas para que internet sea un espacio seguro para todos. En este contexto, el papel de los ciudadanos y empresas privadas no debería minimizar en las exigencias de las responsabilidades de las instituciones del Estado en cuanto al respeto a los derechos fundamentales. No sólo porque éste tiene un rol estelar en la protección, garantía y defensa de tales derechos. Como ha afirmado el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas: “los mismos derechos que se poseen en el mundo analógico están plenamente vigentes en el entorno digital”. Por esta razón es importante la continúa actualización de los cuerpos legislativos de cada país.
La Iglesia Católica favorece que la comunicación esté al servicio de la cultura del “encuentro” y el “diálogo”; ya que con esto se evitará el individualismo, el deslumbramiento en el mundo digital y el consiguiente desprecio del mundo real, con el olvido de la caridad. Pero esta nueva cultura también genera nuevas oportunidades para toda las sociedades contemporáneas: la difusión masiva del conocimiento permite el acercamiento a la verdad que está en la base de la libertad. Así que las colectividades con dificultades para el acceso a la cultura universal tienen ahora al alcance de sus pantallas los conocimientos que la humanidad ha ido depositando a lo largo de los siglos. Las dinámicas de pensamiento encuentran ahora nuevos casos de difusión que permiten consolidar opiniones más formadas e intercambios de pareceres con movimientos sociales de participación. El Papa Francisco, subraya : “la que la comunicación debe estar al servicio de la cultura y la dignidad de las personas, de forma que los medios de comunicación informen correctamente para posibilitar el diálogo y la cultura del encuentro”.
Conclusión
La importancia de las nuevas tecnologías para el ejercicio y el beneficio de los derechos fundamentales es un tema actual, novedoso y de gran importancia. Sin embargo, cuando estas son implementadas sin límites éticos y alejados del concepto de la dignidad humana, traen consigo grandes afectaciones en nuestros derechos y en nuestra vida. Cuando estos derechos se vulneran, los procesos para una buena defensa son muy complicados y largos, ya que, la mayoría de estos están protegidos por algoritmos con códigos cerrados o por procesos de toma de decisiones opacos y no transparentes. Por tanto, es y será necesario analizar los procesos y los instrumentos virtuales que nos rodean con discreción y distancia crítica con el fin de identificar rápidamente eventuales problemas en la práctica de nuestras libertades. De esta manera, podremos exigir las medidas correspondientes a los actores, para que se hagan responsables e implementen los procesos técnicos y normativos adecuados para enfrentar dichas situaciones de manera pronta y eficaz.
Es necesario resaltar que el papel de la Ética (en la rectitud del obrar) y del Derecho (en su calidad preventiva y de normatividad) son elementos importantísimos e inexcusables de omitir en las nuevas tecnologías, porque sólo con estos dispositivos, los procesos de ingeniería informática serán oportunos y de calidad. Así se podrán respetar y salvaguardar todos nuestros derechos y obligaciones al navegar en el espacio virtual. Y será de manera óptima, eficaz y segura para todos.