16 de junio de 2025 11:38 am
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OPINIÓN

“Expediente de Regulación de Empleo”

Creo que el escenario ante el que nos encontramos hoy en la economía mundial, es imposible de comprender sin tener en cuenta el contexto de crisis y cómo esta se traduce en el terreno de lo concreto sobre las condiciones materiales de la mayoría de la población...

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Amanda Vega Hidalgo

En anteriores ocasiones, he mencionado ya la dificultad con la que crecientemente las grandes empresas que se reparten el mercado mundial, se están topando con relación a la obtención de ganancias. Y no solo de ganancias en términos absolutos, sino en términos relativos: en relación con periodos anteriores y en relación a las demás competidoras. En definitiva, el mercado mundial se les queda pequeño y esto provoca, necesariamente, crisis.

Me disculparán los lectores si les resulto repetitiva con este tema: “otra vez hablando de crisis”, “qué catastrófica”, “hay más temas de economía sobre los que escribir” … Creo que el escenario ante el que nos encontramos hoy en la economía mundial, es imposible de comprender sin tener en cuenta el contexto de crisis y cómo esta se traduce en el terreno de lo concreto sobre las condiciones materiales de la mayoría de la población.

Así, hoy me gustaría tratar un tema que incide de manera brutal en una parte de esa mayoría para el caso de España, los trabajadores: los ERE. Estas tres siglas, cuyo significado literal es “Expediente de Regulación de Empleo” nos recuerdan irremediablemente la pesadilla de los peores años de la Gran Recesión y rápidamente, más allá de su contenido jurídico, pensamos en su contenido real, concreto: despidos masivos; miles y miles de personas perdiendo sus empleos.

En relación con esto, otra tendencia de sobra conocida del funcionamiento del capitalismo, es la concentración de riqueza. Esta incluso se enseña en los espacios académicos más ortodoxos como uno de los “fallos de mercado” en ausencia (permanente, dicho sea de paso) de la idílica competencia perfecta. Esto por supuesto no es ajeno al concepto de crisis. De esta forma, no es casualidad que el pasado 26 de marzo se produjera la fusión entre dos de los bancos más importantes del país: Caixabank y Bankia, absorbiendo el primero al segundo. Tampoco es casualidad que semanas más tarde se anunciara por parte del grupo el mayor ERE de la historia de España, con un número total de despedidos que asciende a 8291, quedando finalmente en 7791.

Ante este anuncio, desde el gobierno “más progresista que ha tenido España” se declara que “no es momento de hacer despedidos” (yo me pregunto cuál será entonces el momento adecuado para hacerlo). Tan solo un pequeño apunte: al haber absorbido Caixabank a Bankia, el segundo mayor accionista del grupo, detrás de la Fundación La Caixa con el 30% de la propiedad, es el Estado con un 17%, como consecuencia del rescate bancario realizado durante 2012 y 2013 por valor de 24000 millones de euros. Por más que quieran, no pueden escapar de sus propias contradicciones.

Pero el grupo Caixabank no está solo. A este ERE se le suman cuatro más dentro del sector bancario con el BBVA a la cabeza (3800 despidos) seguido por el Banco Santander (3572 despidos), Sabadell (1800 “bajas voluntarias”) e Ibercaja (750 despidos). Además, Unicaja y Liberbank han anunciado ya su fusión y recorte de personal de rigor cifrado entre 1500 y 2000 trabajadores en un futuro próximo. Y, por supuesto, la cosa no queda ahí, pues la patronal de la banca afirma, para tranquilidad de los capitales, que aún queda margen para más cierres de oficinas en España, país donde, por otro lado, el sector bancario es uno de los más concentrados de Europa.

Desde las agencias de calificación y las instituciones europeas se señalan los siguientes factores justificativos: la digitalización de la banca, la presión de los bajos tipos de interés, el cambio del patrón de consumo de los clientes y, un argumento que escucharemos hasta la saciedad en los próximos años, la pandemia. Todos estos factores apuntan, una vez más, a la creciente dificultad que tienen las grandes empresas de obtener ganancias y cómo la búsqueda de ello, contradictoriamente, les dificulta a su vez ese objetivo. Por más que quieran, ellos tampoco pueden escapar de sus propias contradicciones.

Sin embargo, estos argumentos dados desde las instituciones y el patronato son, cuando menos, superficiales. El sector bancario no ha sido el único en anunciar un ERE. Grandes empresas como El Corte Inglés, Adolfo Domínguez, H&M, la cadena hotelera NH, la compañía eléctrica Naturgy, Ford, Coca-cola, Bosch o Heineken son algunas del total de 29 que, en los cuatro meses que llevamos del año 2021, han anunciado despidos masivos que van a dejar a casi 28000 trabajadores en situación de desempleo.

¿Qué explicaciones se dan para estos casos? Desde luego, un análisis serio y riguroso no podría quedarse en el factor exógeno de la pandemia. Alemania ya pide los primeros ajustes fiscales. Algo más ocurre y las consecuencias ya están aquí.

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