Rodrigo Saval Pasquel
Uno de los principales errores que comete cualquier persona al hablar de política es creer que todos piensan como él o ella. México está conformado por un territorio en el que habitan millones personas de diferentes etnias, niveles socioeconómicos, orígenes, culturas, e incluso naciones. Por lo mismo, es arrogante creer que todo un país piensa similar. Aunque todos estos factores causan un efecto en las tendencias electorales, hay una variable que no muchos han tomado en cuenta, y que podría ser la forma más efectiva de englobar grandes segmentos de la población: la edad.
En otros rubros como —por ejemplo— el marketing, esto se ha entendido muy bien. A veces se le olvida a la clase política, que quienes buscan vender bienes o servicios buscan las formas más eficientes de hacerlo, dejando a un lado ideologías o prejuicios. Por lo tanto, es aconsejable que regularmente, aquellos que están en el poder —o que aspiran a tenerlo— estudien lo que se hace en otros campos.
El marketing ha sabido segmentar los mercados en 5 generaciones con diferentes sesgos, objetivos y características que hoy —gracias a los avances médicos— conviven en una misma época. Para realizar este análisis, nos enfocaremos en las generaciones que hoy tienen el derecho a votar, y resumiremos burdamente sus características.
La primera generación es aquella compuesta por personas nacidas entre 1946 y 1964 que es conocida como “baby boomers”. En términos electorales, los “baby boomers” votan por el partido. Esta generación fue enseñada a obedecer y a confiar en lo que se les dice. Generalmente tienden a tomar decisiones basándose en la “marca” ya que a ellos el mercado así los educó.
Por lo mismo, —en términos generales— está generación toda su vida ha votado por el mismo partido sin importar el candidato, salvo en una o dos ocasiones, y así lo seguirá haciendo hasta su muerte. Este segmento representa el “voto duro” de los partidos tradicionales, por lo que mi teoría es que en cuanto muera esta generación, morirán varios partidos con ella.
Después viene la generación X compuesta por aquellas personas nacidas entre 1965 y 1980. Son una generación que se quedó atrapada entre los “baby boomers” y los “millennials”, pero a la que las empresas acostumbraron a que el producto sea construido con base en sus necesidades específicas. Por lo mismo, ellos exigen que los partidos y candidaturas se adapten a sus ideologías, y no viceversa. Es común que esta generación siga lealmente a figuras que hace varios años conectaron ideológicamente con ellos.
Después llegó la generación “millennial” compuesta por aquellos nacidos entre 1981 y 1996 —y generación a la cual pertenezco—. Por lo general, esta generación fue enseñada a cuestionar todo, y fue educada por “baby boomers” que entraban en la etapa de la vida en la que el ser humano —de manera natural— busca la trascendencia mediante el altruismo.
Lo anterior ocasionó que los “millennials” buscaran productos y empresas —y a su vez candidaturas y partidos si hablamos en términos electorales— que tengan como objetivo generar el mayor impacto social y medioambiental positivo. Es por eso que hoy las empresas se han visto obligadas a volverse socialmente responsables.
Y para terminar, existe la generación “z” que está conformada por aquellas personas nacidas entre 1997 y 2009. Esta generación creció con el mundo digital ya desarrollado, por lo tanto es imposible comunicarse con esta generación sin un buen entendimiento de las redes sociales. Para llegar a esta generación, las empresas tuvieron que adaptar sus canales publicitarios a las redes sociales dando auge a las y los “influencers”.
A esta generación, lo que más le importa es que se busque utilizar la tecnología en beneficio de la humanidad. En términos electorales, creo que es fácil descifrar que esta generación obligará a la política y a los gobiernos e instituciones a trasladarse al universo digital. Adiós mundo tangible, hola metaverso.
