En esta ocasión quiero analizar dos grandes temas en este espacio, primero, lo relacionado con los resultados de la economía mexicana al primer semestre del año y, en segundo lugar, las elecciones internas en el partido gobernante que se realizaron el fin de semana.
Por el lado económico y de acuerdo con los resultados de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto trimestral que publicó el INEGI, a tasa trimestral la economía mexicana avanzó 1% en términos reales, en el comparativo anual, se obtuvo un crecimiento del 1.9% y a nivel semestral, el PIB mexicano creció en la misma proporción. Dentro de la estimación realizada por el INEGI, se considera el comportamiento de las actividades primarias, secundarias y terciarias de la economía, siendo las secundarias (actividades industriales), las que tuvieron mayor crecimiento a nivel anual con un 3.3%.
Es claro que este resultado debe ser bien recibido, después de todo, significa que existe crecimiento dentro de la economía mexicana, sin embargo, pareciera que hemos llegado al punto final del recorrido, y es que el gobierno del hijo predilecto de Macuspana incluido él mismo, ha anunciado con bombo y platillo que la economía mexicana crece y que a diferencia de lo que sucedía hace algunos años, en esta ocasión nosotros no estamos padeciendo una pulmonía cuando en Estados Unidos si padecen un resfriado, afirmación sustentada por muchos con base en los últimos datos dados a conocer sobre la economía norteamericana, que no solo no crece sino que tuvo una tasa negativa, pero, me parece que es importante hacer notar que esto solamente refleja el comportamiento del segundo trimestre del año y en cierto sentido el primer semestre del 2022, no es de ninguna forma el final del camino, efectivamente es un buen dato el que tenemos, pero hay muchos otros que podrían generar que este pequeño rebote económico, se vea minimizado al cierre del año.
Para muestra de lo anterior, basta con analizar datos como el nivel de empleos formales que se han generado durante la primera mitad del año, deberíamos estar cercanos a los 600 mil en el acumulado y, sin embargo, nos encontramos apenas en un rango cercano a los 450 mil, la inflación a la primera quincena del mes de julio se posicionó en 8.16%, el indicador de pobreza laboral al primer trimestre del año fue del 38.8%, la tasa de informalidad laboral al primer trimestre del año se posicionó en el 51.1% y que decir de los altísimos niveles de inseguridad en varias partes del territorio nacional.
Con todo esto, no quiero decir de ninguna forma que se debe minimizar un dato positivo, por el contrario, de manera personal celebró que exista crecimiento en la economía, finalmente es lo que necesitamos, aunque me parece increíble es que se celebre como si se hubiese llegado a la meta tan esperada y ya no exista nada más hacia adelante cuando aún faltan dos años de este sexenio, y por cierto, a pesar del resfriado que sufre la economía norteamericana, tiene una dinámica interna que ha permitido que de nueva cuenta las remesas que se envían a nuestro país lleguen a un nivel histórico y eso no lo mencionan.
Finalmente, por el lado político y en relación con las elecciones de consejeros dentro de morena el fin de semana, hay un par de reflexiones que quiero dejar en la mesa: primero, no existe una estructura real dentro de ese partido, es más, ni siquiera me atrevería a llamarle partido, lo que vimos este fin de semana es la pelea entre diferentes tribus, algo que no es nuevo en la política mexicana, le sucedió al PRD y es justamente cuando empezó su debacle y segundo, desde el momento de su creación, Morena aseguró que era distinto a los partidos políticos que ya existían, pero en la práctica, la realidad siempre se impone, para muestra basta observar el uso de las más viejas técnicas partidistas para lograr la victoria de algunos, dentro de las que destacan, el acarreo, la quema de urnas o las amenazas de perder apoyos sociales e incluso el trabajo, en resumen, fue una jornada de vergüenza que refleja la podredumbre que existe al interior de ese pseudo partido político.
Por cierto, que Morena se encuentre en esta situación no significa que la oposición sea un ejemplo a seguir, la partidocracia mexicana mucho me temo que se encuentra en su peor momento.