No podemos hablar de defender una agenda feminista, sin no estamos hablando de la necesidad urgente de implementar un Sistema Nacional de Cuidados. No lo digo yo, las cifras lo demuestran.
A nivel mundial, la OXFAM reporta que, el 42% de las mujeres no pueden acceder a un empleo remunerado porque son las responsables del trabajo de cuidados, en comparación con el 6% que representan los hombres en esa categoría. México no se queda atrás pues, según el INEGI, el 73% de las tareas de cuidado que se hacen al interior de los hogares lo realizan las mujeres.
Si lo anterior lo convirtiéramos a cifras en dinero, y las tareas de cuidado no remuneradas se pagaran con el salario mínimo representarían 10.8 billones de dólares anuales en el mundo, mientras que en nuestro país la cifras es equivalente a 6.8 billones de pesos, es decir, un 26% de PIB nacional.
Y entonces ¿Quiénes cuidan a las que nos cuidan?
En algunos estados de la república el derecho al cuidado ya se encuentra plasmado en la constitución local. Por ejemplo, en la Ciudad de México el artículo 9B establece que “toda persona tiene derecho al cuidado que sustente su vida […] Las autoridades establecerán un sistema de cuidados que preste servicios públicos, universales, accesibles, pertinentes, suficientes y de calidad y desarrolle de políticas pública”.
Sin embargo, como dice aquel viejo refrán, “del dicho al hecho hay mucho trecho” es una realidad que actualmente en nuestro país no se ha logrado consolidar un verdadero sistema de cuidados que incluya programas y políticas públicas enfocadas en garantizar que las tareas de cuidados; puedan ser distribuidas equitativamente entre hombres y mujeres; y garanticen las condiciones para un cuidado digno.
Para lograr llegar a ese escenario deseado habrá que realizar acciones contundentes y estratégicas. A mi parecer, tendríamos que empezar por retomar la Encuesta Laboral y de Corresponsabilidad Social, cuya última versión se realizó en el 2012 y ayudaba a medir las necesidades de cuidados en los hogares del país. No podemos solucionar un problema del que no tenemos los datos suficientes.
Por otro lado, tenemos que estar pendientes y exigir a nuestras autoridades la aprobación de la ley que propone la creación de un Sistema Nacional de Cuidados en México y que actualmente está frenada en el Senado. Pero, además hay que observar que se le otorgue el presupuesto necesario para su correcta ejecución.
No podemos vivir en un país donde algunas madres tengan que descuidar a sus hijas e hijos por ir al cuidado de ajenos. Ni donde las propias licencias de paternidad y maternidad representen un obstáculo para la distribución de las tareas del hogar.
Para avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa es importante hablar de las tareas de cuidados. Me da gusto que ya lo estemos haciendo.
