Es poco lo que conocemos lo que se encuentra fuera de nuestro planeta, a pesar de las extensas investigaciones que se han realizado a lo largo de nuestra historia, y lo que ya se conoce es apenas una parte del descubrimiento absoluto. Si bien hemos tenido a reconocidos referentes en el área de la astronomía con notables aportes, avances y teorías sobre el universo, no hay que descartar que lo científicamente establecido pueda ser refutado por un descubrimiento que genere conclusiones nuevas en el futuro.
Ante la ambición y la incertidumbre de lo que sucede en el exterior, dentro del panorama internacional se han realizado numerosos esfuerzos para la investigación y exploración en la zona, sin embargo estas acciones han llegado a rebasar los límites correspondientes llegando a tensar las relaciones entre los Estados con una mayor capacidad científica. Es por eso que en este espacio se buscará explicar estos límites en las acciones de los Estados, conocer a la autoridad correspondiente sobre estos asuntos y reflexionar sobre su gobernanza sobre la misma.
Se le conoce como espacio ultraterrestre a la vasta zona fuera de la atmósfera terrestre, en donde se encuentran los cuerpos celestes como las estrellas, satélites, asteroides y otras formas de materia en el universo, con condiciones completamente diferentes a la Tierra dentro de un vacío absoluto.
Ante esta situación fue posible administrar el uso de esta zona frente a la comunidad internacional, gracias a la cooperación y conciencia de la misma, reconociendo la admiración humana sobre estos temas, por lo que en en 1967 se acordó con el Tratado sobre el espacio ultraterrestre que ningún Estado puede apropiarse y hacer uso de cualquier elemento en dicha zona, incluyendo la extracción de recursos o la instalación de infraestructura bélica, además de que la exploración e investigación se tienen que realizar con fines pacíficos, de acuerdo a la disposición y consideración de cada Estado con su respectiva agencia espacial sin afectar a terceros, con el fin de impulsar una investigación pacífica.
Bajo este contexto la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre (UNOOSA) es la entidad encargada de tratar sobre estos asuntos, entre sus principales deberes se encuentra la regularización de las actividades en la zona, la promoción y desarrollo sostenible en la exploración espacial, además de que actúa como un foro para el intercambio de información, el establecimiento de normas y la implementación de nuevos proyectos.
Cabe destacar que la exploración espacial ha sido el detonante de algunas tensiones entre los Estados, mismos donde muestran al mundo sus respectivos logros y avances para generar expectativa y atención, como en la Guerra Fría en donde ambos bandos realizaron numerosos experimentos y pruebas -con cuestionables métodos- para la exploración espacial.
Con esto mismo no se descarta que estas tensiones puedan seguir trascendiendo con más conflictos de intereses que se puedan presentar a medida del avance de la investigación -a pesar de los acuerdos establecidos-, por lo tanto es indispensable reconocer estos ideales e instintos que se puedan presentar a medida que el dinamismo internacional cambie frente a la reacción de más descubrimientos sobre la astronomía.
Y considerar así que los acuerdos previamente analizados tendrán que anticipar estos posibles comportamientos de los Estados que puedan sobrepasar su ambición, a pesar de que los conflictos en materia de la astronomía no se han consolidado como otros conflictos en nuestra superficie terrestre, tampoco se tiene que esperar a que un conflicto escale al punto de no retorno para así reaccionar a una posible tensión.
Si bien, algunos puntos pueden quedar obsoletos en un futuro frente a los posibles hallazgos venideros – en un hipotético caso-, sólo el tiempo establecerá la manera en que pueda reaccionar el panorama mundial y las decisiones cruciales que se puedan tomar frente a los hipotéticos y nuevos paradigmas, teniendo que replantear en otro estilo de gobernanza para el espacio ultra terrestre.
