
Por Alejandra Revilla Cejudo
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Queridos lectores,
Me da mucho gusto darles la bienvenida a este espacio. Primero que nada, les quiero compartir un poco de mi: Mi nombre es Alejandra Revilla Cejudo, y soy, en palabras capitalistas, una economista con un máster en ciencias sustentables que ahora trabaja como consultora en sustentabilidad y biodiversidad, pero ¿qué significa eso? Eso significa que tuve el privilegio de conocer a Lalo López Chávez como una estudiante de 18 años en mi alma mater – la Universidad Panamericana – y aprender de él mucho más que “Matemáticas Avanzadas para Economía I”. Eso significa que después de graduarme de la carrera y trabajar en el mundo financiero durante tres años, tuve una crisis porque sabía que quería ayudar a limpiar al planeta y no lo estaba logrando desde mi trinchera financiera. Así que emprendí una aventura para estudiar en la Universidad de Lund, Suecia y durante dos años tuve la oportunidad de aprender de grandes maestros y compartir clases con compañeros igual de idealistas que yo. Junto con esos 60 locos me gradué, después de dos años de intentar entender la crisis climática que estamos atravesando y juntos regresamos al mercado laboral.
Ahora, poco más de un año después, trabajo en Grant Thornton Países Bajos, la sexta consultora más grande del mundo, en una pequeña unidad que llamamos “Impact House” donde junto con mis colegas reportamos el impacto social y ambiental de distintos tipos de proyectos. Navegamos el dilema entre productividad e impacto positivo, que desgraciadamente no siempre van de la mano. Y con un poco de suerte inspiramos a nuestros clientes a buscar tener un impacto positivo en el mundo, o eso intentamos.
Esto también significa que he tenido la oportunidad de vivir en varios países, que ahora llamo hogar a Ámsterdam y estoy intentando aprender el idioma. En todas estas aventuras me he topado con obstáculos, y aunque miro con orgullo mi corta trayectoria no todo han sido risas. Adaptarse a una nueva sociedad tiene sus retos, y de eso también podemos hablar aquí.
Siendo honesta, cuando Lalo me invitó a escribir para “El Comentario del Día” tuve algunas reservas; no porque no me guste el sitio, sino porque no sabía exactamente qué quería aportar a un blog tan surtido de escritores y expertos en distintas materias. Al final decidí que juntos vamos a dar forma a este espacio, así que piensen que esta es una columna de opinión donde comparten el poder de guiar los temas, podemos pasar desde preguntas surgidas al leer otro contenido, a investigar sobre esa duda existencial que les llegó mientras manejaban al trabajo, o ese tema que discutieron sus amigos y ustedes no sabían qué opinar. Me gustaría que este espacio compartido se convirtiera en una de sus esquinas favoritas de internet donde se sienten cómodos, se divierten y juntos aprendemos algo nuevo.
Me dará mucho gusto que nos acompañemos, ahora les toca a ustedes presentarse, ¿Quiénes son? Y ¿de qué les gustaría que habláramos en la siguiente columna? Los leo.