Por Sergio Hayen Lizarralde
Escuchar
Para nadie es un secreto que el nivel del futbol mexicano cada vez esta más por los suelos. Tanto a nivel Federación como a nivel liga, actualmente México esta pasando por una de las mayores crisis deportivas de toda su historia. Ya hemos hablado acerca de lo que ha pasado a nivel selecciones, pero ¿y la Liga MX?
La Liga BBVA MX es el máximo sistema de competición de futbol a nivel de clubes en el balompié mexicano. El sistema consta de tres categorías: en la rama varonil, la Liga MX o primera división, y Expansión MX o liga de ascenso; y en la rama femenil la Liga MX femenil. En este artículo dejaremos de lado la Liga MX femenil, ya que esta competición va en crecimiento y cada vez gana más adeptos y espectadores, caso contrario al sistema varonil, que parece que va en caída libre desde hace ya varios años.
La Liga Mx ha estado colmada de errores y malas decisiones que han llevado a que el público pierda interés en consumir su producto. La eliminación del ascenso y descenso, los jugadores extranjeros, la multipropiedad, serios errores administrativos, nulo desarrollo de jugadores jóvenes, anteponer lo económico por encima de lo deportivo, entre muchos otros problemas, tienen al futbol mexicano en una severa crisis.
Para la primera parte de esta serie de artículos, se analizarán dos problemáticas: la eliminación del sistema de ascenso y descenso; y la multipropiedad de equipos en la Liga.
El sistema de ascenso y descenso castiga al peor equipo de una división superior y premia al mejor de la liga inferior, dando oportunidad a que haya alternancia de equipos en las competiciones y que los mejores jueguen contra los mejores. Sin importar la modalidad del sistema, prácticamente todas las ligas cuentan con este sistema, ya que es un excelente mecanismo para fomentar la competitividad y la competencia en el futbol.
En el caso mexicano, a raíz de la pandemia se decidió eliminar el sistema de ascenso y descenso hasta principios del 2026, es decir 10 temporadas seguidas sin castigar (deportivamente hablando) al peor o a los peores equipos de la liga. En su lugar, se optó por establecer un sistema de multas para los tres peores equipos de la liga. El resultado: se cuenta con equipos como Mazatlán, Querétaro, Necaxa o Tijuana, que no tienen que preocuparse por mejorar sus plantillas para ser más competitivos a pesar de dar pena torneo tras torneo, ya que, en el peor de los casos, tendrán que pagar una multa de 80 millones de pesos (aproximadamente lo que vale comprar uno o dos jugadores profesionales).
Por otro lado, los equipos que juegan en la Liga de Expansión, además de tener que triunfar deportivamente hablando, también es necesario que cumplan con ciertas certificaciones (capacidad del estadio, instalaciones deportivas, buenas finanzas, etc.) para poder ascender, cosa que en ninguna otra liga profesional conocida se exige. Equipos como el Atlante, Alebrijes de Oaxaca o Atlético Morelia han salido galardonados varias veces y el único premio que se les da es una pequeña suma económica, la cual es insignificante para lograr cumplir con las certificaciones exigidas por la Liga MX.
Si bien cuando había ascenso y descenso la mayoría de las veces el equipo que lograba ascender perdía la categoría al siguiente año (Leones Negros, Lobos BUAP, Indios de Cd Juárez, entre muchos otros), otras veces nos tocaron historias muy cautivadoras, como la del Tijuana (ascendió en el 2011 y ganó la Liga en el 2012) o el León (ascendió en 2012 y dos años después logró el bicampeonato de liga). Y la verdad no tiene absolutamente nada de malo que un equipo que ascienda pierda la categoría en la siguiente temporada. Esto pasa hasta en las mejores ligas del mundo, como la Premier League de Inglaterra, La Liga de España o la Bundesliga de Alemania.
La multipropiedad consiste en la situación donde un mismo dueño posee dos o más empresas, corporaciones o filiales en un mismo mercado. Deportivamente hablando, simplemente es la situación en la que dos o más clubes pertenecen al mismo dueño o grupo de inversionistas. En la liga mexicana existen varios casos donde hay presencia de este fenómeno: Grupo Pachuca (dueño del Pachuca y el León), Grupo Orlegi (dueño del Atlas y el Santos Laguna), Grupo Caliente (dueño Tijuana y accionista de prácticamente todos los equipos de la Liga MX) y Grupo Salinas (dueño del Mazatlán y accionista del Puebla).
El caso de la multipropiedad despierta mucha inquietud ya que genera incertidumbre en la competencia de la liga, al poder existir conflictos de interés cuando equipos del mismo dueño se enfrentan. Esto se presta a que se presenten amaños de partidos y que no haya una sana y libre competencia. Además, hablando del mercado de fichajes, los jugadores de un equipo pueden brincar al otro sin necesidad de tener que pagar por ellos o pagando una cantidad insignificante que no refleja el verdadero valor del jugador (como ha pasado en los últimos años entre el Atlas y el Santos o el León y el Pachuca).
A pesar de ser un mal detectado en la Liga MX, la falta de inversionistas interesados en comprar uno de estos equipos es una realidad que ha ocasionado que sea un problema al que no se le da mucha importancia. Mantener un equipo de futbol no es tarea fácil, sino pregúntenle a Fidel Kuri Grajales, exdueño de los extintos Tiburones Rojos de Veracruz (tuvo serias dificultades por mas de dos años para financiar las obligaciones del club).
En ninguna otra liga profesional del mundo existe un fenómeno como el de la multipropiedad. Lo defensores de este mal podrán argumentar que existen los casos de City Group (Dueño de diez equipos, siendo el más destacado el Manchester City de Inglaterra) o Red Bull (dueño de más de diez equipos entre los que sobresalen el RB Leipzig de Alemania o el RB Salzburgo de Austria). Sin embargo, ninguno de estos equipos juega en la misma liga, y solo podría presentarse este problema en competiciones internacionales, donde la UEFA ya se pronunció al respecto.
Estas dos problemáticas podemos englobarlas en un gran problema a resolver: la falta de competitividad y competencia en el futbol mexicano. Económicamente hablando, la falta de competencia genera que los mercados no se comporten de manera eficiente (en la mayoría de los casos) y que el consumidor sea el principal perdedor. En el futbol mexicano pasa lo mismo, la falta de competencia hace que los partidos y los torneos sean menos atractivos y, por ende que el público espectador pierda interés en consumir el producto.
