21 de diciembre de 2024 8:09 am
OPINIÓN

El Sistema Educativo Mexicano en números

...nos tomará veinte años más para que alcancemos la meta de contar con una escolaridad promedio de 12 grados escolares (equivalente a la educación media superior)...

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Por Eduardo Backhoff Escudero


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Una mirada a las estadísticas e indicadores del Sistema Educativo Nacional nos da una idea de la dimensión de los problemas y retos de este sector.

El informe publicado, en septiembre pasado, por la Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa de la SEP contiene algunas estadísticas básicas del Sistema Educativo Nacional (SEN), así como algunos indicadores internacionales, con los cuales se compara el país. Conocer las cifras principales del SEN ayuda a dimensionar los problemas y retos que el país enfrenta para cumplir, por un lado, con lo expresado en el artículo tercero constitucional y, por el otro, con los compromisos y metas que se pactan con organismos internacionales, como son los casos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

México cuenta con un SEN muy grande, diverso y complejo que debe atender a poblaciones muy pequeñas y vulnerables, en zonas rurales y apartadas, así como a poblaciones privilegiadas de las grandes urbes y, en su interior, a grandes poblaciones marginadas que viven en su periferia. En número redondos, en todos los niveles y modalidades educativos, el SEN está conformado por 34.7 millones de alumnos, cerca de 2.1 millones de docentes y 260 mil escuelas. De acuerdo con el Inegi, la población entre 3 y 29 años es cercana a 56 millones, lo que significa que el SEN atiende al 64 por ciento de la población en edad de estudiar y deja sin atender a cerca de 21.3 millones. De aquellos que asisten a la escuela, a nivel nacional, por cada 100 niños que ingresan a la primaria, solo 28 la terminan; sin embargo, en la Ciudad de México la termina 52 por ciento, mientras que en los estados de Oaxaca y Guerrero apenas lo hace 12 por ciento. En términos de aprendizajes, tanto los estudios nacionales como en los internacionales cerca entre 40 y 60 por ciento de los estudiantes mexicanos que terminan la educación básica no logra adquirir los aprendizajes esenciales de lecto escritura, ciencias y matemáticas.

El sostenimiento de la educación en México varía sustancialmente en su matrícula de acuerdo con el nivel educativo: en el nivel inicial, 43 por ciento es pública y 57 por ciento es privada; en preescolar es de 87 por ciento y 13 por ciento, respectivamente; en primaria y secundaria es de 90 por ciento y 10 por ciento; en educación media superior es de 85 por ciento y 15 por ciento; mientras que en educación superior 63 por ciento es pública y 37 por ciento es privada. Una característica que distingue al SEN es la cantidad de niños y centros escolares de las escuelas indígenas, multigrado y unitarias. En el ciclo 2022-2023 la matrícula de educación indígena inicial, preescolar y primaria fue de 1.21 millones de escolares, que fueron atendidos por 60.5 mil docentes, en 22.2 mil escuelas. En el mismo ciclo, las escuelas multigrado y unitarias atendieron a cerca de 13.3 millones de niños, en 96 mil centros escolares. Finalmente, los estudiantes con necesidades especiales sumaron 645 mil, atendidos en 6.4 mil escuelas especiales.

Un grado por década
Las tasas netas de cobertura en educación preescolar (3 a 5 años) es de 68.1 por ciento, en primaria (6 a 11 años) de 100 por ciento, en secundaria (12 a 14 años) de 95.1 por ciento, en educación media superior (15 a 17 años) de 77.7 por ciento y en educación superior (18 a 23 años) de 35.4 por ciento. La escolaridad promedio de la población mexicana ha crecido a lo largo del tiempo: en 2010 era de 8.6 grados escolares, mientras que en 2022 fue de 10 (equivalente al 1º de bachillerato).

Lo anterior implica que crecemos a una velocidad de un grado escolar por década. Es decir, nos tomará veinte años más para que alcancemos la meta de contar con una escolaridad promedio de 12 grados escolares (equivalente a la educación media superior). Por otro lado, el analfabetismo mexicano ha ido disminuyendo con el paso del tiempo. Mientras que, en 2010 esta población era equivalente al 6.7 por ciento de la población mayor a 15 años, en 2022 fue de 4.3 por ciento. Es decir, cada 10 años el analfabetismo se reduce en dos unidades porcentuales. En veinte años más el país estará muy cerca de no padecer este problema educativo, que afecta a la población más vulnerable.

En términos de la infraestructura educativa (sin contar los niveles de la educación inicial y preescolar), se detectan las siguientes carencias de las escuelas de educación básica: 7 por ciento sin electricidad, 22 por ciento sin agua potable, 18 por ciento sin lavabos de mano, 6 por ciento sin sanitarios independientes, 42 por ciento sin computadoras, 53 por ciento sin internet, 66 por ciento sin infraestructura para discapacidades y 78 por ciento sin materiales adaptados a necesidades especiales. Para apreciar la dimensión de estas carencias basta recordar que el número de escuelas de primaria y de secundaria suman cerca de 138 mil, las que en conjunto atienden a cerca de 20 millones de estudiantes. Así, aproximadamente, 9 mil 600 escuelas carecen de electricidad, 30 mil 300 de agua potable, 8 mil 200 de baños independientes, 57 mil 900 de computadoras, etc.

Por otro lado, el gasto educativo de la educación en México, en 2023, fue de un millón 287 mil 807 millones de pesos, de los cuales un millón 35 mil cinco millones correspondió al gasto federal y 252 mil 802 millones fue gasto estatal y municipal. El total de estos recursos se distribuyó de la siguiente manera: 589 mil 294 millones para educación básica, 140 mil 856 para educación media superior, 162 mil 744 millones para educación superior y 142 mil 141 para otros gastos (capacitación para el trabajo, educación para adultos, cultura, deportes y administración). De acuerdo con la SEP, la inversión educativa en México equivale a 5.9 por ciento del producto Interno Bruto: 4.4 por ciento de financiamiento público y 1.5 por ciento privado.

Finalmente, hay que decir que para que las cifras educativas nacionales tengan mayor sentido, es necesario hacer tres tipos de comparaciones: 1) respecto al propio país a través del tiempo, 2) respecto a otros países similares al nuestro y 3) respecto a las metas que el país se proponga alcanzar en sus propios planes de desarrollo y 4) respecto a los objetivos que proponen los organismos internacionales, de los cuales formamos parte.

Artículo originalmente publicado en https://suplementocampus.com/

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