Por Jorge Molina Larrondo
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Sin importar quien gane las elecciones de noviembre, la implementación de nuevas medidas para controlar la migración ilegal y el tráfico de narcóticos en la frontera entre México y Estados Unidos, promovidas por los republicanos, hará más difícil la relación entre ambos países. Y aunque los demócratas retengan la Casa Blanca, las encuestas indican que los republicanos controlarán al menos la mitad del Congreso, donde el grupo de extrema derecha controlado por Trump gana más espacios cada día.
El Congreso estadounidense tiene hasta el viernes 2 de febrero para aprobar la partida del presupuesto para Seguridad Nacional, que incluye los fondos para las actividades de control y protección de la frontera con México. Los republicanos exigen la implementación de varias medidas que estuvieron vigentes durante el gobierno de Trump y la continuación de la construcción del muro, ante lo que han definido como el mayor problema que ha generado el gobierno de Biden. De lo contrario, votarán en contra, evitando que se apruebe en la misma partida el paquete de ayuda financiera prometido por Biden el año pasado a Ucrania y Taiwán.
El endurecimiento de la postura republicana es en buena parte consecuencia de la falta de una política del gobierno de Biden y la falta de un funcionario que coordine su aplicación. Al inicio de su gobierno, parecía que la vicepresidenta Harris sería la encargada, pero luego de su encuentro con López Obrador, en junio del 2021, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quedó como responsable.
Por su parte, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, ha dicho en varias ocasiones que, si no existe un incremento sustancial al presupuesto para controlar la migración y el tráfico de drogas, seguirá aplicando diversas medidas que afectan el ingreso de productos mexicanos a territorio estadounidense. Aunque estas medidas son ilegales -como lo determinó un juez en noviembre- afectan tanto a los productores mexicanos como a los productores y consumidores de Estados Unidos, sobre todo desde que México se ha convertido en el principal proveedor de ese país.
Los senadores responsables de negociar la partida de seguridad nacional, el republicano James Lankford (Oklahoma), el demócrata Chris Murphy (Connecticut) y la independiente Kyrsten Sinema (Arizona), continuaron trabajando durante el receso de fin de año y se espera que tengan listo un texto de trabajo la próxima semana. Se comenta que esta iniciativa incluye nuevas restricciones para el otorgamiento de visas y asilo y sería votada primero por el Senado y posteriormente por la Cámara de Representantes.
Por su parte, el presidente de la cámara baja, el republicano Mike Johnson, encabezó la semana pasada a un grupo de 60 legisladores republicanos que estuvieron en Eagle Pass, Texas, donde el gobernador Abbott había cerrado dos pasos fronterizos, argumentando que el personal asignado a esos puestos era requerido en otras ciudades en tareas de migración. Además, la cámara baja inicia hoy el juicio político para destituir al secretario Mayorkas, acusándolo de haber contribuido a la crisis fronteriza, lo que es una medida para dar mayor visibilidad al problema y atacar a Biden. La mayoría demócrata en el Senado impedirá que este proceso tenga éxito.
La entrevista que tuvieron la última semana de diciembre los secretarios Antony Blinken y Mayorkas con López Obrador, refleja la importancia del tema para el gobierno de Biden. Sin embargo, la falta de anuncios de medidas específicas luego de esta reunión – más allá que habrá una nueva reunión en Washington este mes – indica diferencias importantes entre los dos gobiernos, que llevaron incluso a corregir el comunicado conjunto de la reunión después de su publicación. México se quejó de falta de recursos para atender el problema, mientras que Estados Unidos insiste que México no cumple los compromisos adquiridos en el 2022. De cualquier manera, la situación permite a los republicanos tomar una postura cada día más dura, y eso se reflejará en las elecciones primarias, que inician este lunes 15 en Iowa.
