Por Jorge Molina Larrondo
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No es difícil entender que para la mayoría de la enorme cantidad de seguidores de los 49ers en México sea difícil hacer un análisis objetivo de lo que se considera – por mucho – uno de los mejores SBs de la historia, junto con el 42, cuando los Gigantes frustraron la temporada perfecta de los Patriotas; el 43, cuando los Acereros lograron de alguna manera detener el embate final de los Cardenales; o el 13, cuando a Roger Staubach le faltó tiempo para lograr una remontada épica ante los Acereros, luego de que Jackie Smith soltara un pase de anotación cuando estaba solo en las diagonales.
El SB 58 pasa a la historia no sólo como el juego de mayor duración – 74 minutos y 57 segundos con el tiempo extra – sino también como el más visto, con una audiencia de 123.4 millones de personas en Estados Unidos, que lo hace el segundo evento televisado con mayor audiencia en la historia, sólo por debajo de quienes vimos la llegada del Apolo 11 a la luna en 1969. Incluso, se estima que el espectáculo del medio tiempo alcanzó los 130 millones de personas, dejándole al comité organizador del SB59 que se celebrará en Nueva Orleans, un gran reto a superar.
El juego fueron dos historias muy diferentes, entre lo que sucedió en la primera mitad, cuando los Jefes se veían nerviosos, acelerados e incluso desconcentrados, y lo que sucedió a partir de la intercepción que sufrió Mahomes al inicio del tercer cuarto y que sirvió para que se despabilara. San Francisco ganó 189 yardas en la primera mitad y sólo 117 en la segunda, mientras que los Jefes avanzaron 187 yardas en el primer medio y 223 en el segundo.
No se puede omitir que es la tercera ocasión en que el entrenador de los 49ers, Kyle Shanahan, deja ir una ventaja en el segundo medio que le costó el juego: el domingo, controlaban a los Jefes 10-3; hace cuatro años ganaban por diez puntos a la mitad del último cuarto; y que decir de la remontada de 25 puntos que hicieron los Patriotas en el SB51, cuando Shanahan era el coordinador ofensivo de los Halcones, perdiendo eventualmente ese juego también en tiempo extra. No es difícil prever que en la próxima temporada su permanencia en el equipo quede sujeta a que gane el sexto SB en la historia del equipo de San Francisco.
A pesar de que Mahomes fue nombrado por tercera ocasión como el Jugador Más
Valioso (MVP) del partido, me parece que la historia del juego la escribieron los
pateadores de ambos equipos. Harrison Butker, el pateador de kickoff de los Jefes,
estableció el récord del gol de campo más largo en la historia de los SBs con una
patada de 57 yardas en el tercer cuarto y por primera vez en la temporada le
bloquearon un punto extra a Jake Moody, el pateador de San Francisco. Sin embargo, entre Butker y Moody, realizaron 3 goles de campo de más de 50 yardas, cuando en los anteriores 57 SBs se habían hecho 50 goles de campo de esa distancia.
Butker se colocó como líder en goles de campo de por vida en el SB con 9, de 10
intentos, y con la mayor cantidad en un solo juego con los cuatro del domingo, y empató el récord que impuso el año pasado de 6 patadas de kickoff sin regreso. Y entre Butker y Moody establecieron el récord de más goles de campo hechos por ambos equipos en un SB, con siete, y el que por primera vez no hubiera un solo regreso en patadas de kickoff de ninguno de los dos equipos.
Además, se dio la coincidencia que los pateadores de despeje de ambos equipos –
Tommy Townsend de los Jefes y Mitch Wishnowsky – establecieran la marca del
promedio más alto en un juego con 50.8 yardas, cada uno con cinco despejes.
