26 de julio de 2024 8:56 pm
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Jaime Lozano y el Tri, por el reto continental antes del Mundial

La Selección Mexicana inicia su travesía en 2024 con el objetivo puesto en la preparación para el Mundial de 2026. El calendario presenta retos significativos, incluidas las semifinales de la Concacaf Nations League este 21 de marzo contra Panamá, seguido por la Copa América, marcando un período de evaluación crítica para el equipo y su director técnico, Jaime Lozano. Este año es crucial para definir la dirección y las expectativas del Tri, ya que no solo busca destacar en competencias regionales sino también sentar las bases para un desempeño notable en el Mundial que coorganizará.

La tarea de Lozano es ardua; su gestión en 2023 fue una mezcla de altibajos, aunque coronada por el éxito en la Copa Oro. Sin embargo, las dificultades enfrentadas en la Nations League dejaron cierta incertidumbre sobre su capacidad para llevar al equipo a la cúspide de su potencial. La serie contra Honduras, en particular, puso de manifiesto las áreas de mejora necesarias para competir al más alto nivel.

El respaldo de la Federación Mexicana de Fútbol es evidente, pero Lozano es consciente de que los resultados deben empezar a mostrar una consistencia y progresión acorde con las aspiraciones del equipo. Su visión a largo plazo incluye no solo lograr éxitos inmediatos sino también desarrollar una cultura de trabajo y filosofía de juego que perduren más allá de su mandato, apuntando a dejar un legado duradero en el fútbol mexicano.

El enfrentamiento contra Panamá en las semifinales de la Nations League es el primer gran desafío del año, seguido de cerca por la participación en la Copa América. Estas competiciones ofrecen a Lozano la oportunidad de probar y afianzar su enfoque táctico, ajustar la estrategia según sea necesario, y principalmente, consolidar la confianza y cohesión dentro del equipo. La presión está puesta no solo en lograr resultados positivos sino también en demostrar una evolución tangible en el estilo de juego y la fortaleza mental del equipo.

Este 2024 representa una oportunidad para México de afirmar su posición en el panorama futbolístico regional e internacional, sentando las bases para lo que esperan sea una participación memorable en el Mundial 2026. La labor de Lozano es, sin duda, compleja, pero también está llena de posibilidades para forjar un equipo competitivo, resiliente y capaz de encarar con éxito los desafíos que se presenten en el camino hacia el torneo mundialista.

Con información de El Economista | Nota original

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