Claudia Sheinbaum, postulante presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia, ha planteado una medida contundente para abordar la problemática de la extorsión en el país: proponer que se tipifique como delito grave a nivel federal, con el objetivo de reducir su incidencia. Esta iniciativa surge como respuesta a la inquietud expresada por miembros del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), quienes han solicitado condiciones de seguridad que les permitan producir en un entorno tranquilo. Sheinbaum enfatiza la necesidad de incluir la extorsión como delito grave en el Código Penal Federal y en los códigos estatales, comparando esta medida con la efectividad que tuvo la catalogación del secuestro como delito grave.
Durante una reunión en el Club de Industriales de la Ciudad de México, Sheinbaum también abordó la importancia del desarrollo científico y tecnológico en el campo, con el objetivo de eliminar el uso del glifosato, un herbicida señalado como perjudicial para la salud y el medio ambiente. La propuesta de prohibir el glifosato ha sido motivo de disputa entre México y Estados Unidos, este último defendiendo su uso para aumentar la producción de alimentos. Sheinbaum resalta la necesidad de no solo adquirir tecnología, sino también de promover la innovación y el desarrollo tecnológico, especialmente en temas como el uso del agua y los agroquímicos.
En cuanto al abastecimiento de agua en el país, Sheinbaum reconoce la crisis y anticipa que los próximos años podrían caracterizarse por sequías prolongadas, lo que subraya la importancia de implementar medidas de resiliencia ante estas condiciones climáticas adversas. Además, se enfoca en el objetivo de lograr la soberanía alimentaria, destacando el rechazo a la importación de maíz blanco transgénico, una postura que mantiene desde el gobierno actual y que pretende seguir impulsando.
Julio Berdegué, asesor de Sheinbaum en temas agroalimentarios y exrepresentante de la FAO, subraya la importancia del proyecto de la candidata para alcanzar la soberanía alimentaria y reitera el compromiso de no permitir la producción de maíz transgénico en México. Los agricultores, por su parte, expresan la necesidad de fortalecer el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), resaltando que su actual déficit de personal representa un riesgo para la importación de productos alimenticios que no cumplan con los estándares sanitarios exigidos por México.
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