En la reciente subasta del martes, los Bonos M a 30 años emitidos por el Banco de México (Banxico) registraron un rendimiento sin precedentes de 10.16%, un incremento significativo respecto a la tasa de 9.65% observada en la subasta del 7 de mayo. Este aumento de 51 puntos base se traduce en un premio histórico para los inversores, evidenciando una creciente aversión al riesgo entre estos, influenciada en parte por la posible reforma al poder judicial.
La subasta logró colocar un total de 12,500 millones de pesos en estos bonos, con una demanda que alcanzó 2.14 veces el monto ofrecido, equivalentes a 26,838 millones de pesos. Esta tasa es la más alta desde el 3 de noviembre de 2022, cuando se alcanzó un rendimiento de 9.94%.
Expertos en el mercado financiero indican que este aumento en las tasas refleja una mayor percepción de riesgo por parte de los inversores, impactando negativamente en las finanzas públicas. Janneth Quiroz, directora de Análisis en Monex Casa de Bolsa, señaló que este máximo histórico en el rendimiento implica un mayor costo de financiamiento para el gobierno federal. Los bonos a largo plazo como estos son especialmente sensibles a la percepción de riesgo.