22 de noviembre de 2024 2:39 am
OPINIÓN

Gracias amigo mío

...para poder agradecer es necesario reflexionar y tomar consciencia de todo lo que sí tenemos, apreciarlo, no darlo por hecho y poner mucha atención a los detalles de nuestras vidas.  Acciones como oler, caminar, escuchar, saborear y ver las damos muchas veces por descontado...

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Por Maribel Gavito


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En esta ocasión quiero compartir algo muy personal e íntimo. Creo profundamente en la importancia y la fuerza del agradecimiento.  Esa energía que nos hace sentir bien y hacer sentir bien al otro al mismo tiempo y que la expresamos a través de esa corta pero poderosa palabra que es “gracias”.  Nos la enseñan como cortesía y forma educada que debemos decir al recibir la ayuda de alguien más.

Pero para mí tiene un significado más profundo. A diario doy gracias por todo lo bueno que tengo, las personas amadas que me rodean y los logros obtenidos, lo cual no suena muy difícil de hacer. Sin embargo, para poder agradecer es necesario reflexionar y tomar consciencia de todo lo que sí tenemos, apreciarlo, no darlo por hecho y poner mucha atención a los detalles de nuestras vidas.  Acciones como oler, caminar, escuchar, saborear y ver las damos muchas veces por descontado, hasta que las apreciamos el día que no podemos hacerlo como solíamos.

Hoy particularmente quiero darle las gracias a un amigo muy especial. Nos conocemos desde hace 11 años y medio que vino a vivir con mi familia. Es un pastor alemán blanco que se llama Otello. Llegó para completar el gusto de tener otro perro en casa y con la finalidad de cuidarnos.  Fue a la escuela especial para ser entrenado y al principio hizo muchos destrozos, los cuales me enfurecían y me frustraban. Conforme fue creciendo esas travesuras desaparecieron casi en su totalidad convirtiéndose en una gran compañía y causa de muchas risas.  Yo sobretodo admiro su gran inteligencia y su entendimiento a todo, también a los sentimientos humanos. No era especialmente ladrador y en casa ya sabemos que cuando él ladra, hay que poner atención porque algo pasa.

En los 2 últimos meses notamos un envejecimiento en él, ante lo cual nos dijeron que es un perro grande, con una edad de 85 años humanos en comparación y que era de esperarse. Después de 4 días de no querer comer y pasar hospitalizado 36 horas, regresó a casa muy deteriorado. Siguió sin comer y ya sin caminar.  Ante esto tomamos la decisión de que lo más compasivo y amoroso hacia él era dormirlo.

Comprenderán que estamos muy tristes, un miembro de la familia partió a la otra dimensión y el hueco que deja es grande.  Pero aún en estos momentos es importante agradecer.  Por eso hoy te doy las gracias Otello por haber pasado todo este tiempo con nosotros, gracias por habernos cuidado tan fiel y protectoramente, gracias porque nos buscabas para apapacharte, gracias por todas las carcajadas que nos regalaste al jugar con nosotros y con los otros perros, por las persecuciones diarias en el jardín, por tus hermosos ojos obscuros, tan tiernos y expresivos. Gracias por todo tu cariño en los momentos difíciles y por tu compañía. Gracias por tu vida, por la oportunidad de cuidarte y por ser el súper perrazo que eres. Descansa finalmente en paz querido amigo mío.  Mil gracias por todo.

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