Los Juegos Olímpicos de París 2024 están previstos para ser un motor clave del crecimiento económico en Francia este año, según el instituto de estadística INSEE. A pesar de la compleja situación política del país, se espera que el evento deportivo internacional impulse el consumo de los hogares, aunque la inversión se mantendrá estancada en la segunda mitad del año debido a las altas tasas de interés.
El INSEE pronostica que el crecimiento trimestral se acelerará al 0.5% en el tercer trimestre, frente al 0.3% del trimestre anterior, gracias a los ingresos por venta de entradas, derechos de televisión y el incremento del turismo durante los Juegos Olímpicos que se celebrarán en julio y agosto. Este impacto positivo es comparable al experimentado por la economía británica durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012, según el economista Dorian Roucher.
Sin embargo, el efecto económico global de los Juegos Olímpicos en Francia podría ser más modesto de lo esperado. La alta demanda y los costos elevados de viajes y alojamiento, junto con la inestabilidad política y problemas de seguridad, podrían disuadir a muchos aficionados del deporte. A pesar de un aumento proyectado del 10% en las reservas de vuelos durante el verano boreal, muchas plazas serán ocupadas por turistas olímpicos en lugar de los visitantes tradicionales, quienes podrían postergar o cancelar sus viajes.
Una vez que el impulso de los Juegos Olímpicos disminuya, se prevé una contracción económica del 0.1% en el cuarto trimestre comparado con el tercero. Según el informe «Sobre el PIB, los Juegos y las incertidumbres» del INSEE, el crecimiento anual del PIB francés se mantendrá en el 1.1%, igual que en 2023. En resumen, aunque los Juegos Olímpicos de París darán un respiro a la economía francesa, la estabilidad a largo plazo sigue siendo incierta debido a los desafíos internos.