Por Jorge Molina Larrondo
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Desafortunadamente, el atentado que sufrió Donald Trump este sábado en Butler, Pensilvania, a manos de un muchacho de 20 años, puede radicalizar aún más la postura republicana en la campaña presidencial y acentuar la división entre el pueblo estadounidense, que puede traducirse en más violencia. Por ello, el presidente Biden dirigió un mensaje el domingo por la noche, pidiendo “bajar la temperatura de nuestra política” y recordar que, a final del día, los ciudadanos que habitan en ese país no son enemigos unos de otros.
El mensaje de Biden ocurrió luego de que el sábado y el domingo, varios de los legisladores republicanos más cercanos a Trump publicaron mensajes en redes sociales culpando directamente al presidente y al partido demócrata de haber organizado el atentado. Mike Collins, representante de Georgia, escribió que “Joe Biden dio la orden (del atentado)” y Marjorie Taylor Greene, otra representante de Georgia, texteó sin ninguna prueba que “el partido demócrata es simplemente diabólico y ayer trató de asesinar al presidente Trump.” Tres de los candidatos a ser escogidos como vicepresidente de Trump, los senadores J.D. Vance de Ohio, Marco Rubio de Florida y Tim Scott de Carolina del Sur, también publicaron mensajes similares y todos recibieron un fuerte rechazo del público.
Thomas Matthew Crooks fue identificado como el autor del atentado y la gente que le conoció lo describe como solitario y reservado. Vivía en Bethel Park, un suburbio al sur de Pittsburgh con residentes en su mayoría blancos de altos ingresos, estaba registrado como miembro del partido republicano y trabajaba en un asilo de ancianos como asistente. El FBI dijo que encontraron materiales en su auto y en su casa para fabricar bombas y que el rifle que utilizó es propiedad de su papá.
El atentado contra Trump recordó el incidente en el que John Hinckley Jr. trató de asesinar a Ronald Reagan en marzo de 1981, aunque las condiciones son muy distintas. Entonces Reagan iniciaba su primer periodo de gobierno y el Servicio Secreto capturó vivo al atacante, quien declaró que lo que buscaba era que la actriz Jodie Foster – de quien se había obsesionado al ver la película Taxi Driver – se fijara en él. Ha habido otros atentados más recientes, todos contra legisladores, como el que sufriera en Washington en el 2017 el actual líder de los republicanos en la cámara baja, Steve Scalise, cuando practicaba para el juego anual de beisbol entre republicanos y demócratas.
Esta tarde inicia la Convención del Partido Republicano en Milwaukee, donde la agenda provocará nuevos ataques en contra de los demócratas y del gobierno de Biden. Hoy se hablará de temas económicos, el martes sobre migración y control de la frontera y el miércoles sobre política exterior. Se espera que Trump haga una aparición esta noche, donde podría dar a conocer a quien sería su vicepresidente, previo a la nominación del jueves.
Con una lista de oradores compuesta por legisladores y personalidades que apoyan incondicionalmente a Trump, se esperan declaraciones incendiarias que puedan generar nuevos problemas en las próximas semanas, sobre todo, en los actos de campaña de ambos candidatos. Entre los oradores destacan los senadores Ted Cruz, Marco Rubio, Tim Scott y J.D. Vance, el speaker Mike Johnson y los representantes Matt Gaetz, Marjorie Taylor Greene, Steve Scalise y Elise Stefanik; el gobernador de Texas Greg Abbott, Tucker Carlson de Fox News, el presidente del sindicato de conductores de camiones (Teamsters) Sean O’Brien y los hijos de Trump.
A lo largo de toda la semana, estará presente la reorganización del gobierno federal que plantea el estudio de la Fundación Heritage Project 2025. Propone la sustitución de burócratas de afiliación demócrata por miembros del partido republicano; reducir al mínimo el presupuesto del Departamento de Justicia (DOJ), eliminar el FBI y los Departamentos de Seguridad Interna, Comercio y Educación; deportar a toda persona sin documentos; y ordena al DOJ perseguir a los adversarios de Trump.
Esta semana bajará la presión sobre Biden para ser sustituido como el candidato demócrata. Sin embargo, aumentará conforme crezca la diferencia en las encuestas en las próximas semanas, un efecto natural de las convenciones. El gobierno mexicano no puede tener favoritismo hacia un partido pues el atentado demostró que hay gente resentida contra Trump de su propio partido y entonces la elección dependerá del candidato demócrata y de la participación ciudadana en noviembre.
