21 de noviembre de 2024 11:04 am
OPINIÓN

Tesla, Trump y el TMEC

Posponer la construcción de la planta en Nuevo León debe entenderse como una decisión de negocios. La decisión de Tesla refleja la percepción de alto riesgo para invertir en México que prevalece y puede generar decisiones similares en otros inversionistas.

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Por Jorge Molina Larrondo


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A principios de marzo del año pasado, Elon Musk anunció la construcción de la que sería la planta de Tesla más grande en el mundo para la producción de autos eléctricos en Santa Catarina, Nuevo León. La fábrica tendría una inversión de cinco mil millones de dólares, su tamaño sería poco más del doble del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, generaría de 5,000 a 6,000 nuevos empleos, atraería a varios de los proveedores actuales de la empresa ubicados en China y sería capaz de fabricar un modelo por 25,000 dólares.

Desde entonces, Musk no ha indicado una fecha para iniciar la construcción de la planta y con sus declaraciones ha generado mayor incertidumbre sobre su futuro. Musk dijo posteriormente que la producción de Tesla en México sería suplementaria a la de las plantas en Estados Unidos, China y Alemania y que el modelo de 25,000 dólares se produciría primero en Texas y eventualmente en México.

Este martes, durante una llamada con inversionistas, Musk explicó que sus planes en México dependen del resultado de las elecciones en Estados Unidos. Trump dijo la semana pasada en su discurso de aceptación de la candidatura republicana a la presidencia, que, en caso de ganar, su gobierno se opondrá a la producción de vehículos eléctricos y que aplicaría aranceles del 100% a los autos provenientes de México, con el fin de proteger a la industria automotriz de ese país.

Posponer la construcción de la planta en Nuevo León debe entenderse como una decisión de negocios y la incertidumbre generada por el proteccionismo de Trump como una excusa, pero no como la verdadera razón para aplazar la construcción de la mega-fábrica en México. La empresa reportó este mes su trimestre más débil en ventas desde el 2022 y su primera caída trimestral desde el 2020.

Construir la planta en Santa Catarina, en vez de hacerlo en Estados Unidos, evitaría que Tesla tenga acceso a los subsidios que ofrece la Ley para la Reducción de la Inflación – conocida como IRA por sus siglas en inglés. Por su parte, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, negoció con Musk un paquete por 153 millones de dólares en incentivos que incluyen electricidad, agua, infraestructura de transporte y una reducción en los impuestos de nómina para promover la creación de empleos.

Uno de los principales incentivos para la construcción de la planta en México fue el acceso a las reservas de litio en nuestro territorio. México tiene la 10ª reserva más grande del mundo, mayor que la que posee China, que es el principal productor de este mineral. La batería de un vehículo eléctrico requiere en promedio 8 kilos de litio, pero el gobierno mexicano no ha informado sobre sus planes para iniciar o permitir la exploración y producción en los campos en el norte del país.

Otro punto que pudo contribuir a la decisión de Tesla es la incertidumbre respecto a la postura del gobierno de Claudia Sheinbaum respecto al TMEC. Hasta la fecha, la presidenta electa no ha expresado públicamente su apoyo al tratado, generando desconfianza entre autoridades de Estados Unidos e inversionistas internacionales. Hace un mes, a dos días de que recibiera a la Asesora en Seguridad Nacional de Biden, Elizabeth Sherwood Randall, le llamó la vicepresidenta Kamala Harris y la semana pasada recibió a una delegación bipartidista y bicameral de 11 legisladores, todos ellos miembros de comités relacionados con el TMEC, con asuntos fronterizos y con seguridad nacional.

Finalmente, cabe mencionar que muchos de los proveedores chinos que Tesla quiere que se muden a México no han aceptado. Ello reduciría costos de transporte y generaría mayor seguridad en la cadena de suministros. Musk sabe el papel central que jugará la proveeduría china en la revisión del TMEC y que quien gane en noviembre en Estados Unidos mantendrá los nuevos aranceles a las importaciones chinas que aplican desde marzo.

Aplazar la construcción de esta planta no es una violación al TMEC, a diferencia de la aplicación de los aranceles que Trump prometió, lo que permitiría a México aplicar represalias. Los autos producidos en México están exentos de aranceles en Estados Unidos siempre y cuando cumplan con la regla de origen del 75%.

Sin embargo, la decisión de Tesla refleja la percepción de alto riesgo para invertir en México que prevalece en círculos financieros y que puede generar decisiones similares en otros inversionistas. Sólo hay que ver el desplome en los montos en nuevos proyectos de inversión reportados por la Secretaría de Economía desde el 2018.

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