8 de noviembre de 2024 8:18 am
OPINIÓN

La Verdad Económica de la 4T | Coyuntura económica y algo más

...el 3.4% anual que menciona es producto del rebote económico post-pandemia, no de una gestión económica excepcional. La realidad es que este gobierno no ha sido capaz de impulsar el crecimiento económico...

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Cuando las cifras son infladas, el bolsillo siempre queda desinflado…

Macraf

El sexenio del hijo predilecto de Macuspana ha estado marcado por una serie de afirmaciones grandilocuentes y cifras que, a simple vista, parecen mostrar un país en pleno auge económico. Sin embargo, basta con rascar un poco la superficie para encontrar que muchas de estas afirmaciones son, en el mejor de los casos, engañosas. En el peor, son simplemente falsas.

Empecemos por uno de los puntos más controvertidos: el crecimiento económico. El actual morador de palacio ha celebrado que «vamos a terminar el sexenio con un crecimiento promedio del 1%». Si esto lo hubiera dicho algún presidente en tiempos pasados, sería motivo de manifestaciones y fuertes críticas. No obstante, en esta administración, un crecimiento anémico es presentado como un logro. Además, el 3.4% anual que menciona es producto del rebote económico post-pandemia, no de una gestión económica excepcional. La realidad es que este gobierno no ha sido capaz de impulsar el crecimiento económico a niveles que permitan un desarrollo sostenible.

Otro dato interesante que el futuro inquilino de Palenque destacó es que, en cinco años, 9.5 millones de mexicanos salieron de la pobreza. Según datos del Banco Mundial, esta cifra podría parecer impresionante, pero la pregunta es: ¿salieron de la pobreza por mejoras en sus ingresos y condiciones de vida o simplemente por recibir ayudas gubernamentales? Si es lo segundo, estamos ante un espejismo económico. Una cosa es reducir la pobreza con políticas de desarrollo y empleo; otra muy distinta es hacerlo con transferencias monetarias que no generan un cambio estructural en la economía.

La Inversión Extranjera Directa (IED) es otro tema en el que el hijo predilecto de Macuspana ha sacado pecho. Con cifras de 36,000 millones de dólares en 2023 y 31,000 millones en la primera mitad de 2024, pareciera que México es un imán para los inversionistas. No obstante, la mayor parte de esta inversión es reinversión de utilidades, no capital fresco que llegue al país. Esto indica que, aunque las empresas extranjeras ya establecidas siguen apostando por México, no estamos viendo un flujo importante de nuevas inversiones que puedan generar empleo y crecimiento.

Un punto especialmente llamativo es la afirmación de que «por primera vez en más de 50 años, el peso no se ha devaluado». Aquí es donde la ignorancia económica del actual morador de palacio se hace más evidente. La diferencia entre devaluación y depreciación es básica para cualquiera que entienda un poco de economía. Aun así, este gobierno ha utilizado la estabilidad del peso como un indicador de éxito, ignorando factores como la política monetaria restrictiva del Banco de México o las condiciones externas favorables.

Hablando de políticas monetarias, el hijo predilecto de Macuspana también presumió haber controlado la inflación al 5.16%. Este dato, aunque parece positivo, esconde dos problemas: primero, está por encima del objetivo del Banco de México, lo cual indica un fracaso en la política monetaria. Segundo, atribuirse este logro es ignorar el papel crucial que juega el banco central en la estabilidad de precios, un error más en la larga lista de incomprensiones económicas de esta administración.

En cuanto a la creación de empleos, el futuro inquilino de Palenque afirmó haber creado 2.3 millones de empleos formales nuevos. Sin embargo, si consideramos que la economía mexicana debería crear alrededor de 1.2 millones de empleos por año, esto representa apenas un 32% de lo necesario. El déficit de 4.9 millones de empleos es alarmante, especialmente en un país con tanta demanda de empleo.

Finalmente, el aumento salarial es un tema que ha sido celebrado con bombos y platillos. Pasar de 352 pesos diarios a 587 pesos es sin duda un avance, pero la idea de que el salario siempre debe aumentar por encima de la inflación es insostenible. En algún momento, este ajuste será una de las causas de una inflación descontrolada, algo que parece no entender el actual morador de palacio.

En conclusión, lo que el hijo predilecto de Macuspana presenta como logros económicos son, en su mayoría, verdades a medias o manipulaciones descaradas de la realidad. La economía mexicana está lejos de ser el paraíso que se nos quiere vender, y el precio de estas malas decisiones se verá reflejado en el bolsillo de los mexicanos. Este es el verdadero legado económico del sexenio: cifras infladas, realidades desinfladas y un futuro incierto para el país.

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