El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se encuentra en el centro de una intensa polémica tras referirse a las periodistas de su país como «muñecas de la mafia». Esta afirmación se produjo durante el acto de posesión de la nueva Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, la primera mujer en ocupar este cargo. La declaración generó un fuerte rechazo en diversos sectores, especialmente entre las mujeres y los periodistas colombianos.
El comentario del presidente fue emitido mientras se refería al violento paro nacional de 2021, que duró dos meses y causó numerosas muertes y destrucción de bienes públicos y privados. Petro acusó a las periodistas de haber sostenido «la tesis del terrorismo en la protesta» durante este conflicto. Esta frase desencadenó una ola de críticas, incluyendo una contundente columna de opinión de la ex fiscal general Viviane Morales, quien calificó las palabras de Petro como «una canallada» que denigra a las mujeres colombianas y atenta contra la libertad de expresión.
Organizaciones como la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) también repudiaron las declaraciones del mandatario, señalando que se sumaban a una serie de agresiones verbales contra quienes critican su gestión. Ante la creciente controversia, Petro intentó rectificar en redes sociales, aclarando que sus palabras iban dirigidas a periodistas que, según él, están al servicio de «poderes oscuros» en lugar de la ciudadanía.
Sin embargo, la rectificación duró poco. Durante una alocución presidencial en horario estelar, el presidente volvió a reiterar su postura, lo que intensificó aún más el debate. La defensora del pueblo, Iris Marín Ortiz, utilizó la misma plataforma para responder al mandatario, afirmando que rechaza cualquier lenguaje que estigmatice o discrimine a las mujeres. Además, numerosas periodistas colombianas aprovecharon la situación para recordarle a Petro su cercanía con figuras controvert
