La reciente reforma al Poder Judicial en México ha generado preocupación entre analistas, quienes señalan que podría debilitar las instituciones y frenar las inversiones, elevando el riesgo de una recesión y una posible baja en la calificación soberana del país. Marco Oviedo, estratega de XP Investments, prevé que las empresas reducirán sus inversiones, prolongando la desaceleración económica.
Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, coincide en que la incertidumbre generada por la reforma podría desencadenar una recesión en los próximos meses, seguida de un largo estancamiento económico. Además, señala que esto incrementa el riesgo de perder el grado de inversión, especialmente si las inversiones extranjeras disminuyen.
Janneth Quiroz, economista en jefe de Monex, anticipa que las inversiones podrían frenarse mientras se definen las nuevas reglas del juego, lo que afectaría el dinamismo económico. Expertos como Joan Domene, de Oxford Economics, calculan una caída del 12% en la inversión, lo que reduciría el crecimiento del PIB en los próximos años.
A pesar del panorama incierto, Ricardo Aguilar de Invex cree que el impacto será más evidente en uno o dos años, y que el nearshoring podría ofrecer oportunidades si se mantienen políticas públicas adecuadas que brinden confianza a los inversionistas.
