Este miércoles, los precios del petróleo registraron un aumento superior al 3%, impulsados por la creciente preocupación de que las tensiones en Oriente Medio, especialmente entre Irán e Israel, podrían interrumpir la producción de crudo. Tras el ataque militar más importante de Irán contra Israel, los futuros del Brent subieron 2.42 dólares, alcanzando los 75.98 dólares por barril, mientras que el crudo West Texas Intermediate (WTI) registró un aumento de 2.47 dólares, situándose en 72.30 dólares.
El conflicto entre Irán e Israel ha generado temores de una guerra más amplia, lo que podría incluir ataques a instalaciones petroleras clave en la región. Según Tamas Varga, de PVM, las represalias de Irán o sus aliados podrían afectar a infraestructuras petroleras, como sucedió en Arabia Saudita en 2019, o incluso causar el cierre del estratégico Estrecho de Ormuz, lo que llevaría a un aumento significativo de los precios del petróleo.
Además, el ejército israelí ha desplegado unidades de infantería y blindadas en el sur de Líbano para enfrentar a Hezbolá, un grupo respaldado por Irán, lo que ha escalado aún más las tensiones. Ante esta situación, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha convocado una reunión urgente para tratar el conflicto, mientras que la Unión Europea ha solicitado un alto el fuego inmediato.
Aunque la producción de petróleo iraní alcanzó en agosto su mayor nivel en seis años, con 3.7 millones de barriles diarios, los analistas advierten que una escalada podría impactar gravemente el suministro global de crudo. Si bien algunos esperan que Arabia Saudita incremente su producción para compensar una posible interrupción, la reunión de ministros de la OPEP+ prevista para hoy no anticipa cambios importantes en la política de producción, lo que mantiene la incertidumbre sobre los precios del petróleo.