Desinformémonos, un portal de comunicación dedicado a amplificar las voces de los movimientos sociales y la defensa de los derechos humanos, celebró su 15º aniversario en un evento en El Colegio de San Ildefonso. La jornada incluyó una exposición fotográfica en el Patio de los Pasantes, donde se rindió homenaje a las historias y luchas de quienes a menudo son ignorados por los medios de comunicación masiva.
Desde su creación en 2009, Desinformémonos se ha consolidado como un espacio de comunicación autónoma e independiente. Con un equipo diverso que incluye comunicadores, activistas, académicos e intelectuales de varias generaciones, el portal se dedica a informar desde las calles, los campos y las comunidades indígenas, centrándose en migrantes, campesinos, trabajadores, estudiantes y otros colectivos que suelen quedar al margen de la cobertura mediática tradicional. Inspirado en el poema homónimo de Mario Benedetti, el nombre del portal es un guiño a la necesidad de cuestionar la información desde el poder y escuchar a los «Nadies», como los denominaba Eduardo Galeano.
El evento conmemorativo contó con la presencia de diversas luchadoras sociales que han sido parte fundamental de las historias que Desinformémonos ha relatado a lo largo de los años. Mujeres como Aracely Osorio, Trinidad Ramírez y Cristina Bautista compartieron sus experiencias y reafirmaron la importancia de dar voz a quienes luchan por sus derechos y la justicia social. La exposición fotográfica incluyó obras de reconocidos fotógrafos, como Ángeles Torrejón, Prometeo Lucero y Antonio Turok, quienes han capturado con sus imágenes las realidades de los pueblos y comunidades a lo largo de México.
En estos 15 años, Desinformémonos se ha convertido en un referente de la comunicación alternativa, destacando por su compromiso con la autonomía informativa y por hacer visible la resistencia de quienes luchan por la justicia, la dignidad y la preservación de sus territorios. Con su trabajo, el portal no solo informa, sino que inspira a nuevas generaciones a seguir contando las historias de aquellos que, pese a su invisibilidad, construyen día a día la memoria colectiva de la sociedad.
