Este 5 de noviembre, el futuro político de Estados Unidos se encuentra en juego. Donald Trump, quien podría convertirse en el segundo presidente en gobernar dos mandatos no consecutivos, ha prometido un segundo periodo lleno de cambios que abordan desde migración hasta economía y política exterior. Esta potencial reelección trae expectativas y divisiones en la opinión pública y en la comunidad internacional.
En materia migratoria, Trump ha anunciado su intención de continuar con el muro fronterizo y ha advertido sobre una “deportación masiva” sin precedentes. En 2022, se calculaba que en EE.UU. había alrededor de 11 millones de migrantes indocumentados, pero la deportación de gran parte de esta población podría afectar sectores laborales clave como la agricultura y la construcción.
A nivel económico, el candidato republicano propone reducir los impuestos corporativos al 15 % y poner aranceles de hasta el 20 % a productos importados, especialmente a los provenientes de China. Los expertos temen que este incremento de aranceles y su posible guerra comercial con Pekín eleven los precios para los consumidores estadounidenses.
Finalmente, la agenda de Trump se centra también en la política exterior, con una visión de “América Primero” que amenaza con volver a modificar alianzas internacionales, afectando a socios como la OTAN y Ucrania. La expectativa es que Trump impulse los Acuerdos de Abraham y, en general, enfoque su agenda en fortalecer a EE.UU. en medio de un entorno global cada vez más complejo.
