Con las elecciones presidenciales de Estados Unidos a la vuelta de la esquina, la contienda entre la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump está más cerrada que nunca. Según las últimas encuestas, ambos candidatos mantienen una ligera ventaja en el voto popular, aunque la diferencia está dentro del margen de error. Los análisis de ABC News y la consultora 538 revelan que Harris y Trump están prácticamente empatados, con un 48% y 47% de apoyo, respectivamente.
La verdadera batalla se concentra en los siete estados péndulo —Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin— que suman 93 votos electorales y podrían definir al próximo presidente. Trump lidera en algunos de estos estados, como Pensilvania y Georgia, mientras Harris mantiene la ventaja en otros, como Wisconsin y Michigan, aunque en todos los casos la diferencia es mínima, y los expertos consideran que cualquier resultado es posible.
Para asegurarse la victoria, ambos candidatos deben motivar la participación en las urnas. Liz Mair, estratega republicana, sugiere que los esfuerzos de campaña deben centrarse en movilizar a sus votantes, especialmente mediante el voto anticipado y por correo. En este sentido, Harris apuesta a los temas de economía y derechos sociales para captar a la clase media y al voto femenino, mientras que Trump se enfoca en inmigración y seguridad económica, además de fortalecer su base entre votantes jóvenes y conservadores.
Ante este escenario, los indecisos podrían ser decisivos en los últimos días de campaña.