En el marco de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, los candidatos Kamala Harris y Donald Trump presentan propuestas fiscales divergentes que podrían impactar significativamente en la economía del país.
Kamala Harris, candidata demócrata, propone aumentar la tasa de impuestos corporativos del 21% al 28%. Además, su plan incluye recortes fiscales para familias de ingresos bajos y medios, incrementando el crédito fiscal por hijos y ofreciendo un crédito adicional para recién nacidos. También propone un crédito fiscal de 25,000 dólares para la compra de la primera vivienda y aumentar el gasto en atención a niños y ancianos. Para financiar estas medidas, Harris sugiere elevar los impuestos a hogares y corporaciones con ingresos anuales de 400,000 dólares o más, y aplicar un impuesto del 25% sobre las ganancias de capital no realizadas de las personas más ricas del país.
Por otro lado, el candidato republicano Donald Trump propone reducir la tasa de impuestos corporativos del 21% al 20% para la mayoría de las empresas, y hasta un 15% para aquellas que manufacturen sus productos en Estados Unidos. Asimismo, Trump plantea exenciones fiscales sobre ingresos provenientes de propinas, horas extra y beneficios de seguridad social, además de crear un crédito fiscal para cuidadores familiares y permitir la deducción de préstamos para automóviles y vehículos fabricados en el país. También ha prometido exentar del pago de impuesto sobre la renta a 22 millones de socorristas, personal militar y veteranos de las fuerzas armadas estadounidenses.
Según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable (CRFB), las propuestas de Harris podrían resultar en un déficit neto de 3,950 millones de dólares para Estados Unidos en el periodo de 2026 a 2035, en un escenario central. En contraste, las propuestas de Trump podrían generar un déficit de 7,500 millones de dólares en el mismo periodo, según la misma fuente.
Estas propuestas reflejan las visiones contrastantes de ambos candidatos sobre la política fiscal y su impacto en la economía estadounidense, presentando a los votantes opciones claras en las elecciones presidenciales.