En su primer discurso tras la derrota electoral frente a Donald Trump, Kamala Harris se dirigió a una multitud de seguidores en la Universidad Howard, su alma mater en Washington, agradeciendo a sus votantes y reiterando su compromiso con una transición pacífica del poder. Con un tono sincero y emotivo, Harris reconoció que el resultado no fue el esperado por los demócratas, pero insistió en la necesidad de aceptar la decisión del pueblo estadounidense. «El resultado de esta elección no es lo que queríamos, pero en democracia, cuando perdemos, aceptamos el resultado», declaró Harris entre aplausos.
La candidata expresó profunda gratitud hacia su equipo de campaña, su familia, y el presidente Joe Biden, quien había depositado su confianza en ella para liderar la candidatura demócrata. Durante el discurso, que duró poco más de diez minutos, Harris instó a sus seguidores a «no desesperarse,» a pesar de que muchos pudieran sentir que «se avecinan tiempos difíciles.» Aun así, manifestó su esperanza en un futuro mejor, resaltando que no renunciará a los valores e ideales que impulsaron su campaña.
Harris también mencionó que se había comunicado directamente con el presidente electo, Donald Trump, a quien felicitó por su victoria y prometió colaborar en una transición ordenada. Este gesto de civismo busca contrastar con la negativa de Trump a aceptar su derrota en 2020, subrayando la importancia de un traspaso de poder pacífico en la política estadounidense.
Con su regreso a la Casa Blanca, Trump cuenta con el control del Senado, que ahora ha pasado a manos de los republicanos, y probablemente mantendrá la Cámara de Representantes, lo que le facilitará impulsar su agenda política. La derrota de Harris representa un desafío para el Partido Demócrata, pero sus palabras finales recalcan su voluntad de seguir luchando por los ideales que han inspirado a sus seguidores a lo largo de esta campaña.
