La reputación de México como el «Gigante de Concacaf» se ha visto cuestionada en los últimos años, especialmente con la creación de la Liga de Naciones de Concacaf en 2019. Este torneo, que imita el formato de la Nations League europea, fue diseñado para darle mayor relevancia a las Fechas FIFA con partidos oficiales entre marzo y noviembre. Sin embargo, desde su inicio, la Selección Mexicana no ha logrado levantar el trofeo, quedando cada vez más lejos del dominio que solía ostentar en la región.
En la actual edición, México está al borde de una nueva eliminación tras perder 2-0 ante Honduras en la ida de los cuartos de final. El encuentro se disputó en suelo hondureño, donde Luis Palma, delantero del Celtic escocés, anotó los dos tantos que sentenciaron la derrota. Errores de jugadores clave, como Guillermo Ochoa y César Montes, contribuyeron a la caída, dejando a México en una posición complicada para la vuelta.
El fracaso en la Liga de Naciones no es algo nuevo para el Tri, que a pesar de contar con la mayor cantidad de títulos de Copa Oro en la historia, no ha podido consagrarse en este campeonato más reciente. En las tres ediciones anteriores, con cuatro entrenadores diferentes, México no ha logrado hacerse con el trofeo, un indicio de la inconsistencia que enfrenta en el escenario internacional.
La vuelta contra Honduras se jugará en Toluca este martes, y la presión recae en el entrenador Javier Aguirre y sus dirigidos. Para mantenerse en la competencia y asegurar un lugar en las semifinales, México necesita ganar por al menos dos goles de diferencia. De lo contrario, el Tri no solo quedará fuera del torneo, sino que también pondrá en riesgo su participación en la Copa Oro 2025, la última competición oficial antes del esperado Mundial 2026 en casa.
El desempeño en la Liga de Naciones de Concacaf ha sido una constante piedra en el zapato para la selección mexicana, que sigue buscando recuperar el título de «Gigante de Concacaf» mientras enfrenta una de sus mayores pruebas en años recientes.
