El gasto en servicio de la deuda para 2025 se proyecta en 1.38 billones de pesos, representando el 3.8% del Producto Interno Bruto (PIB) de México. Este monto es mayor que la inversión combinada en salud, educación e infraestructura física y financiera, áreas clave para el bienestar social.
Para el sector salud, se planea asignar 918,447 millones de pesos, una reducción del 11% en comparación con el presupuesto de 2024. En educación, el gasto previsto es de 1.1 billones de pesos, lo que implica una caída del 1.2%. Por su parte, la inversión en infraestructura física y financiera disminuirá un 14%, quedando en 996,914 millones de pesos.
Especialistas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) advierten que priorizar el servicio de la deuda sobre sectores esenciales puede profundizar desigualdades sociales y afectar negativamente el desarrollo económico. Además, el endeudamiento per cápita alcanzará los 138,000 pesos, incrementándose un 10.4% respecto al año anterior.
El enfoque del gobierno en la consolidación fiscal busca reducir el déficit público del 5.9% del PIB en 2024 al 3.9% en 2025. Sin embargo, los recortes en áreas esenciales podrían tener implicaciones negativas en el corto y mediano plazo para el bienestar de la población.