La economía mexicana enfrenta un periodo de desaceleración, acumulando tres meses consecutivos de contracciones según el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) del Inegi. Durante octubre de 2024, la actividad económica se redujo un 0.1% en comparación con el mes anterior, siguiendo las caídas de 0.2% en septiembre y 0.3% en agosto.
Este desempeño negativo ha sido atribuido principalmente al estancamiento en las actividades secundarias, como la industria, y terciarias, relacionadas con los servicios. Aunque la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre mostró un crecimiento trimestral del 1% y un aumento anual del 1.5%, las proyecciones a futuro han sido ajustadas a la baja.
La Secretaría de Hacienda revisó su pronóstico de crecimiento económico para el cierre de 2024, reduciéndolo de un 3% a un rango entre 1.5% y 2.5%. A su vez, el Fondo Monetario Internacional (FMI) situó su estimación en un modesto 1.5%, reflejando los desafíos económicos que enfrenta el país ante factores internos y externos.