Por primera vez desde el inicio de la guerra, Ucrania lanzó misiles de largo alcance ATACMS, proporcionados por Estados Unidos, contra objetivos en territorio ruso. El ataque tuvo lugar en la región de Bryansk, donde seis misiles balísticos impactaron, causando un incendio en una instalación militar, según informó el Ministerio de Defensa ruso.
Estados Unidos autorizó recientemente a Ucrania a emplear estos misiles fuera de su territorio, una decisión que Moscú calificó como un paso hacia la participación directa de Washington en el conflicto. Según declaraciones del canciller ruso, Serguéi Lavrov, «esto representa una nueva fase en la guerra de Occidente contra Rusia».
Por su parte, Ucrania afirmó haber destruido un depósito de municiones en Bryansk, sin especificar el tipo de armamento empleado. Mientras tanto, Estados Unidos aún no confirma oficialmente el uso de los ATACMS en este ataque, pero ha señalado que no le sorprenden las recientes modificaciones en la doctrina nuclear de Rusia, que endurece las condiciones para el uso de su arsenal nuclear.
Este incidente ocurre al cumplirse 1.000 días de la guerra entre Rusia y Ucrania. En este contexto, Kyiv renovó su llamado a los aliados internacionales para intensificar el apoyo militar, asegurando que «la paz solo se logrará a través de la fuerza». La escalada subraya el riesgo creciente de un conflicto más amplio, con el uso de armamento avanzado y un endurecimiento de posturas por ambas partes.