El petróleo Brent y el West Texas Intermediate (WTI) avanzaron este viernes, cerrando una semana con ganancias del 5%, la mayor desde septiembre. El Brent subió un 0.44% hasta los 74.56 dólares por barril, mientras que el WTI aumentó un 0.39% para situarse en 70.37 dólares por barril. Este repunte se da en medio de crecientes tensiones geopolíticas y expectativas de mayor demanda por parte de China, el mayor importador mundial de crudo.
La escalada en el conflicto entre Rusia y Ucrania contribuyó al nerviosismo en los mercados. Moscú intensificó su ofensiva tras ataques ucranianos con armas proporcionadas por Reino Unido y Estados Unidos. El presidente Vladimir Putin anunció el lanzamiento de un misil balístico y alertó sobre un posible conflicto global, elevando el riesgo de interrupciones en el suministro de petróleo. Además, Ucrania ha utilizado drones para atacar infraestructuras petroleras rusas, generando preocupaciones sobre posibles daños prolongados al sector energético.
Por otro lado, el optimismo sobre un aumento en las importaciones de crudo por parte de China apoyó los precios. Políticas recientes del gobierno chino buscan fortalecer el comercio, incluyendo medidas para aumentar las compras de productos energéticos. La demanda china se ve impulsada por los descuentos en el crudo iraquí y saudí, lo que compensa la caída en la oferta iraní, según analistas y datos de seguimiento.
A pesar de estos factores alcistas, los precios del petróleo cayeron brevemente tras datos que mostraron una desaceleración económica en la zona euro, con contracciones en los sectores de servicios y manufactura. Goldman Sachs prevé que el Brent oscile entre 70 y 85 dólares por barril, pero advierte que las sanciones de Estados Unidos contra Irán podrían llevar los precios al extremo superior de este rango
La combinación de tensiones geopolíticas y dinámicas de oferta y demanda seguirá siendo determinante para los precios del crudo en las próximas semanas.
