El precio del oro al contado subió un 0.3% este viernes, alcanzando los 2,640.61 dólares la onza, mientras que los futuros del oro en Estados Unidos avanzaron un 0.5%, cotizándose en 2,662.60 dólares. A pesar del incremento diario, el lingote está en camino de registrar una segunda semana consecutiva de pérdidas, acumulando una caída semanal del 0.5%.
Los inversores mantienen la cautela ante la inminente publicación del informe de nóminas no agrícolas en Estados Unidos, que será clave para determinar el rumbo de las tasas de interés de la Reserva Federal. Se espera que el informe, programado para las 13:30 GMT, revele un aumento de 200,000 empleos en noviembre, tras un incremento de solo 12,000 en octubre.
Carsten Menke, analista de Julius Baer, señaló que el ánimo de los operadores técnicos a corto plazo en el mercado del oro se ha enfriado. «El movimiento de precios de hoy refleja la volatilidad habitual y consolida la tendencia semanal en curso», comentó.
El oro, tradicionalmente considerado un refugio seguro, ha perdido impulso en las últimas semanas. Los inversores estarán atentos a cómo el informe laboral podría influir en las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal, lo que podría afectar significativamente el mercado de metales preciosos.