El año 2024 destacó por una creciente vulnerabilidad en los servicios digitales, dejando a millones de usuarios y empresas paralizados ante constantes interrupciones de internet. En México, estas fallas afectaron tanto redes sociales como servicios financieros, según un análisis de Ookla basado en reportes de Downdetector, reflejando el impacto de una dependencia cada vez más crítica del entorno digital.
Uno de los eventos más destacados fue la caída global de Facebook el 5 de marzo, que arrastró a Instagram y WhatsApp, afectando a más de 11 millones de usuarios a nivel mundial. En América Latina, la interrupción sumó más de un millón de reportes, siendo México uno de los países más impactados. WhatsApp también sufrió una caída significativa el 3 de abril, dejando a 420,000 usuarios de la región sin servicio durante dos horas, demostrando cómo estas plataformas son esenciales en la vida cotidiana.
En el ámbito nacional, operadores como Bait experimentaron serias interrupciones. Una falla masiva el 2 de abril dejó a casi 100,000 usuarios sin servicio, evidenciando los retos que enfrentan las infraestructuras de los proveedores más pequeños. Asimismo, el sector fintech no fue inmune: Nubank, el banco digital más grande de América Latina, reportó una interrupción en septiembre que afectó a miles de clientes en Brasil y generó preocupación entre sus usuarios.
Estas interrupciones no solo son molestias para los usuarios, sino que tienen efectos más amplios. Las pérdidas económicas, la baja productividad y las limitaciones en el acceso a servicios esenciales subrayan la necesidad de soluciones más robustas. En un país como México, donde el internet es vital para el trabajo, la educación y la comunicación, estas fallas representan un llamado urgente a invertir en infraestructuras resilientes, mejorar la ciberseguridad y fomentar sistemas de respaldo eficientes para evitar el colapso ante fallas futuras.