Altán Redes y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tienen hasta la semana del 15 de febrero para presentar al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) propuestas que mitiguen los riesgos identificados en su posible concentración, especialmente en los segmentos mayoristas y minoristas del mercado móvil.
La operación, que consolidaría a la CFE como principal accionista de Altán Redes desde 2022, ha generado preocupación por su posible impacto en la competencia, dada la presencia vertical y horizontal que la CFE alcanzaría en el mercado de telecomunicaciones. Actualmente, Altán soporta la conectividad de 135 operadores móviles virtuales que atienden a más de 16 millones de usuarios finales con tecnología 4.5G.
El IFT evaluará las medidas propuestas en relación con el fideicomiso de deuda que la CFE estableció para adquirir y gestionar las obligaciones financieras de Altán. Además, Altán busca el acceso a la banda de 2.5 GHz para ofrecer servicios 5G, lo que incrementaría significativamente el valor de la empresa.
Este caso es crucial para definir el futuro del mercado de telecomunicaciones en México, ya que la consolidación de activos bajo el control de la CFE podría alterar las dinámicas de competencia en el sector.
