Juan Soto ha establecido un nuevo hito en la MLB al firmar un contrato de 765 millones de dólares por 15 años con los Mets de Nueva York. Este acuerdo, gestionado por el renombrado agente Scott Boras, destaca por no incluir dinero diferido, en contraste con el contrato de Shohei Ohtani con los Dodgers, donde el 97% de los 700 millones se aplazan sin intereses. Además, Soto tiene la opción de abandonar el pacto tras cinco años, aunque los Mets pueden anularla con un bono adicional que incrementaría el valor total a 805 millones.
El impacto del contrato ha sido significativo, tanto dentro como fuera del terreno. Terry Francona, técnico de los Rojos de Cincinnati, reflexionó sobre las implicaciones financieras para otros equipos: “Creo que lo hace más difícil, pero no es una violación de las reglas. Solo significa que debemos ser más cautelosos con nuestras decisiones”.
El contrato de Soto lo posiciona como uno de los deportistas mejor pagados en América del Norte, con garantías completas, superando a la mayoría de los jugadores de la NFL y otros deportes. Su ingreso no se limita al béisbol: Soto también generó cerca de 3 millones de dólares en 2024 a través de patrocinadores como Under Armour, Wilson y Topps, consolidándose como un referente tanto deportivo como comercial.
La celebración no pasó desapercibida. Boras, acompañado por su equipo, celebró el logro con una cena en Dallas, mientras figuras del béisbol, como Alex Cora, reconocían la magnitud del movimiento. Además, el acuerdo de Soto eclipsa contratos previos de la MLB, como el de Mike Trout (426 millones) y Aaron Judge (360 millones), reforzando la creciente tendencia hacia acuerdos multimillonarios en la liga.
Con este movimiento, los Mets no solo aseguran a un jugador de élite, sino que envían un mensaje contundente a sus rivales: están comprometidos a competir en el más alto nivel durante la próxima década y más allá.