Jorge Molina Larrondo
Consultor en políticas públicas y comercio internacional, con más de 25 años de experiencia y participación en negociaciones comerciales.
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Uno de los pocos elementos en común de la política comercial del presidente Biden y la que pretende implementar Donald Trump en su segundo mandato, es tener acceso a los minerales clasificados como críticos. De acuerdo con la Ley de Energía del 2020, los minerales críticos son aquellos que son esenciales para la seguridad nacional o económica de ese país, cuya cadena de suministro es vulnerable a interrupciones por diversas causas y que son indispensables para manufacturar algún producto cuyo desabasto o escasez tendría consecuencias significativas para la seguridad nacional o económica de Estados Unidos. La lista actual incluye 50 elementos que en su mayoría se encuentran en China, Rusia, Turquía, Sudáfrica y otros países africanos y del sudeste asiático, y entre los que se encuentra el litio – indispensable para las baterías de los vehículos eléctricos – y del que México tiene la décima reserva más grande del mundo.
La lista incluye 17 elementos denominados tierras raras y que se utilizan para producir una amplia gama de productos con la tecnología más avanzada, como potentes imanes que permiten el desarrollo de los motores eléctricos modernos, el almacenamiento de datos informáticos en equipos cada vez más pequeños, la altísima definición de las pantallas planas, los cristales láser, son comunes en auriculares, discos duros y sensores y se usan en los procesos catalíticos de refinación del petróleo, en las cerámicas superconductoras, fibras ópticas, refrigeración, almacenamiento de energía, vidrios especializados, baterías nucleares, tubos de rayos X, microondas, radares y un largo etcétera.
El acceso a estos minerales ha sido uno de los principales incentivos para invertir en China durante los últimos 30 años. Sin embargo, el gobierno de Xi Jinping prohibió este año la exportación de la enorme mayoría de estos minerales para prevenir la salida de empresas de su territorio, luego que Estados Unidos prohibiera a sus ciudadanos invertir en sectores de alta tecnología de la economía china y en las grandes empresas de ese país. La Unión Europea también emitió este año directrices para prevenir la inversión en una lista de empresas chinas que tiende a crecer conforme pasa el tiempo.
La semana pasada, los senadores republicanos Todd Young (Indiana) y John Cornyn (Texas), miembros del Comité de Finanzas – responsable del comercio internacional en el senado estadounidense – presentaron junto con otros patrocinadores, una propuesta de ley para facilitar al presidente la negociación de acuerdos internacionales específicos que permitan a Estados Unidos tener acceso a minerales críticos y tierras raras, lo que beneficiaría a Trump. En caso de aprobarse, el presidente sólo tendría que presentar al congreso un memorándum explicando las razones de la negociación y se obviaría mucho del protocolo establecido por la ley de Promoción al Comercio, reduciendo el tiempo para iniciar la negociación y para su ratificación. Es difícil que sea aprobada antes de que termine la actual legislatura, pero todo indica que esta iniciativa será presentada nuevamente cuando inicie la 119 legislatura, el próximo tres de enero.
Se espera que la “Ley para Asegurar el Comercio y los Recursos para la Tecnología de Punta, Crecimiento Económico y Comercio internacional de Minerales” ayude a reducir la dependencia que tiene Estados Unidos de China de estos minerales, además que tratar de producir algunos de ellos en territorio estadounidense es demasiado caro por las normas ambientales vigentes en ese país o llevaría mucho tiempo iniciar la producción en los depósitos identificados hasta la fecha. La propuesta de ley impide que el USTR negocie con países que no son considerados economías de mercado, con lo que se excluye a China y Rusia, y establece los objetivos a lograr en cada negociación.
En marzo del año pasado, Estados Unidos acordó con Japón un acuerdo sobre minerales críticos en el que quedan libres de aranceles las exportaciones de estos minerales y se comprometieron a cooperar para solucionar posibles amenazas a las cadenas de suministro de estos minerales que provengan de terceros países, refiriéndose sobre todo a China. Así, se abriría la posibilidad de hacer un acuerdo independiente del TMEC, incluso antes de su revisión, que permita a Estados Unidos tener acceso al litio mexicano, luego de que López Obrador decretara en agosto del 2022 la creación de Litio México. Habría que ver la reacción del gobierno de Claudia Sheinbaum y de López Obrador.