La calidad democrática de México fue tema de controversia entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el expresidente Ernesto Zedillo. Durante un foro académico del ITAM, Zedillo criticó la reforma judicial impulsada por Sheinbaum, que propone la elección de jueces por voto popular y la supresión de órganos autónomos, afirmando que estas medidas están destruyendo la democracia en el país.
Zedillo señaló que México podría convertirse en una autocracia, acusando a la actual administración de concentrar el poder en un «caudillo oculto». El expresidente destacó la importancia de mantener un sistema democrático sólido, donde las decisiones del Ejecutivo respeten las reglas de la república.
En respuesta, Sheinbaum defendió la reforma judicial, argumentando que busca combatir la corrupción en el Poder Judicial sin comprometer su autonomía. Además, comparó las acciones de su gobierno con las reformas de 1995 promovidas por Zedillo, calificándolas de autoritarias.
Este intercambio refleja las tensiones entre la actual administración y sus críticos, mientras el país enfrenta desafíos políticos y económicos que ponen a prueba sus instituciones democráticas.