El Super Bowl, uno de los eventos deportivos más esperados del año, no solo concentra la atención por el enfrentamiento entre los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles, sino también por las inusuales apuestas que rodean el evento. Más allá de adivinar al ganador, los aficionados tienen la oportunidad de apostar en detalles tan particulares como el color del Gatorade que se derramará sobre el entrenador triunfador o si algún jugador derramará lágrimas durante el himno nacional.
En las plataformas de apuestas, el color morado del Gatorade lidera las predicciones con una cuota de +250, siendo el elegido en los últimos dos años. Otra opción popular es la clásica apuesta sobre el lanzamiento de la moneda, donde la probabilidad de caer en cara o sello está equilibrada. Mientras que en Colombia, Betsson ofrece cuotas de 1.95 para ambas opciones, en el ámbito internacional, BetMGM reporta que el 53% de las apuestas favorecen el sello, basándose en un historial donde ha salido 30 veces frente a 28 de la cara.
Las apuestas no se limitan al juego. La vida personal de las estrellas también es foco de atención, como en el caso de Travis Kelce y su relación con Taylor Swift. Se especula incluso sobre una posible propuesta de matrimonio durante el evento, siendo el campo de juego, fuera de la zona de anotación, el lugar favorito según las apuestas.
El impacto económico de estas apuestas es significativo. En Estados Unidos, se espera que las apuestas deportivas superen los 16,000 millones de dólares, impulsadas por la legalización en 39 estados. En Colombia, aunque el fútbol americano no domina el mercado de apuestas, genera un interés considerable, con un ticket promedio de 25,250 dólares por apostador, según expertos de Betsson y BetPlay.
Así, el Super Bowl no solo promete emociones en el campo, sino también fuera de él, convirtiéndose en un espectáculo donde cada detalle puede ser motivo de apuesta y expectativa.