En la serie de televisión Desprecio, Alfonso Cuarón logra crear una narrativa que desafía la forma en que el público percibe los hechos, apelando a los prejuicios más profundos e inconscientes. La protagonista, Cate Blanchett, no solo da vida a su personaje, sino que también participó activamente en el desarrollo de la trama, buscando que la historia engañara a los espectadores hasta que, al final, fueran ellos mismos los que descubrieran cómo sus prejuicios habían influido en su interpretación de los eventos.
Cuarón, conocido por su habilidad para explorar la psicología humana en sus trabajos, compara la estrategia utilizada en Desprecio con los mecanismos de los sistemas populistas. Según el cineasta, estos sistemas recurren a narrativas que apelan a las creencias más profundas de las personas, manipulando la percepción de la realidad. La serie se convierte, así, en una metáfora de cómo las ideologías pueden distorsionar nuestra visión del mundo y cómo los prejuicios moldean nuestra comprensión de la verdad.