México ha logrado una destacada posición en la industria cinematográfica mundial. En 2023, produjo más de 230 películas y se posicionó como el noveno país con mayores ingresos en taquilla. Sin embargo, la industria enfrenta desafíos, entre ellos las implicaciones de la relación comercial con Estados Unidos y el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El artículo 15 del T-MEC, referente al Comercio Transfronterizo de Servicios, establece que los exhibidores deben reservar un 10% del tiempo de proyección en cines para las películas nacionales, lo que ha generado una constante discusión sobre el acceso y la visibilidad del cine mexicano en las pantallas comerciales. Esto se suma a las tensiones provocadas por la postura arancelaria del gobierno de Estados Unidos, que recientemente rompió unilateralmente el tratado, dejando en el aire la viabilidad de futuras renegociaciones.
Daniela Alatorre, actual directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), destacó que sería irresponsable adelantar juicios sobre el futuro del T-MEC y la posible inclusión del cine mexicano en las negociaciones, especialmente en un contexto tan incierto. Alatorre señaló que la prioridad del gobierno mexicano es entender las implicaciones de los aranceles, ya que el tema de los impuestos es crucial antes de pensar en cualquier renegociación.A pesar de las incertidumbres internacionales, Alatorre expresó que hay mucho trabajo por hacer a nivel interno para fortalecer la industria cinematográfica de México. Según datos de 2022, el cine mexicano generó casi 16 mil millones de pesos, aportando el 0.06% del PIB nacional y empleando a más de 19,700 personas en la industria. Para la directora del Imcine, una economía cinematográfica sólida será fundamental para alcanzar mejores acuerdos a nivel global.
En cuanto a la exhibición cinematográfica, Alatorre subrayó la importancia de fortalecer los circuitos de exhibición independiente, un área en la que el Imcine está incrementando sus apoyos. Además, resaltó la necesidad de trabajar en la construcción de una «marca» del cine mexicano que no solo sirva como un sello de calidad, sino también como una herramienta educativa para las futuras generaciones.Uno de los objetivos es acercar a las nuevas generaciones a las Cinetecas y otras instituciones culturales, con el fin de fomentar una cultura de cine desde temprana edad. Alatorre también mencionó que, en 2025, el Eficine, un instrumento fiscal para el apoyo al cine, recibirá un incremento significativo en su presupuesto, lo que contribuirá al fortalecimiento de la industria.