El martes 11 de febrero de 2025, los precios del aluminio y del cobre experimentaron una caída significativa, ya que los inversores temían que los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos, junto con las tensiones comerciales globales, pudieran afectar negativamente el crecimiento económico mundial y la demanda de estos metales.
A las 11:00 GMT, el precio del aluminio en la Bolsa de Metales de Londres (LME) bajó un 0.6%, alcanzando los 2,642.50 dólares por tonelada métrica, mientras que el cobre sufrió una disminución del 1.1%, colocándose en 9,344 dólares por tonelada. Esta tendencia refleja el impacto de la incertidumbre económica mundial en los mercados de metales.
La incertidumbre fue impulsada por las decisiones de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR), que anunció un incremento en los aranceles sobre el acero y el aluminio importados desde China, un movimiento que agrava las tensiones comerciales internacionales. Los analistas temen que esta medida pueda frenar la demanda global de metales, afectando directamente a industrias que dependen de estos recursos.
Este retroceso en los precios de los metales se produce en un contexto de creciente preocupación por el futuro económico global, donde los inversores permanecen cautelosos ante la posibilidad de que una escalada en los aranceles y las disputas comerciales interrumpan las cadenas de suministro y reduzcan la demanda de metales esenciales para diversas industrias.