Viri Ríos, académica, investigadora y periodista, plantea un diagnóstico claro sobre México: el verdadero poder en el país es el económico, no el político. En su visión, el sistema está diseñado de tal forma que, mientras salir de pobre es casi imposible, salir de rico es igualmente un desafío debido a las estructuras que protegen a los más poderosos.
A lo largo de sus libros, No es Normal y Así no es, Ríos desmantela varias creencias profundamente arraigadas, como el mito de la meritocracia, sugiriendo que en realidad, las desigualdades están institucionalizadas, favoreciendo a las élites económicas y perpetuando un círculo de injusticias.
Según la investigadora, uno de los mayores beneficios del poder económico en México es que los más ricos no pagan los impuestos correspondientes, y la falta de competencia en sectores clave de la economía ha dado paso a monopolios y oligopolios. A pesar de la llegada de gobiernos de izquierda, Ríos observa que no se ha avanzado en una reforma fiscal progresiva, que se vuelve crucial para corregir las desigualdades.
En su obra, Viri Ríos desmiente varios mitos populares, como la noción de que aumentar los impuestos a las grandes empresas podría llevarlas a la quiebra, o que elevar el salario mínimo generaría una inflación descontrolada. Con base en datos y en investigaciones económicas, argumenta que estas ideas fueron impuestas por intereses ideológicos y no tienen base en la realidad económica actual.
A través de sus libros, Viri también ofrece una mirada optimista al futuro, proponiendo soluciones y cambios que podrían mejorar la situación económica y social del país, y hace un llamado a los medios de comunicación mexicanos a que se centren en el poder económico con la misma intensidad que se aborda el poder político.
La académica concluye con una reflexión importante: el poder económico en México está desigualmente distribuido, y esta desigualdad es la raíz de los problemas que impiden que el país sea un verdadero país de clases medias.
Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en El Economista. Para leer la nota original, visita: El Economista.El contenido ha sido parafraseado con el propósito de informar. Todos los derechos del texto original pertenecen a El Economista y a su autor.