
Jorge Molina Larrondo
Consultor en políticas públicas y comercio internacional, con más de 25 años de experiencia y participación en negociaciones comerciales.
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Resulta difícil entender el objetivo de la presidenta Sheinbaum al convocar este martes, luego de que se dio a conocer que Trump aplicaría un arancel general del 25% a todo producto que proviniera de México y Canadá, a una concentración masiva este domingo en el Zócalo. Esa mañana, el PM Trudeau anunció en una conferencia de prensa que Canadá implementaría, a partir del día siguiente, represalias por 30,000 millones de dólares a productos estadounidenses elaborados especialmente en estados gobernados por los republicanos, como Kentucky, Florida y Nebraska y que las represalias aumentarían hasta 150,000 millones de dólares conforme los aranceles estadounidenses se mantuvieran. El gobierno chino sólo anunció la implementación de aranceles similares para las importaciones de Estados Unidos sin hacer mayores declaraciones.
La primera pregunta es, ¿por qué esperar cinco días para anunciar las medidas ante la agresión de Trump? No sólo la aplicación de estos aranceles es una daga al corazón del TMEC, al violar uno de los principios más importantes del acuerdo – no elevar aranceles a menos que sea por motivos de emergencia que pongan en peligro la seguridad nacional de cualquiera de las partes – sino que generan mayor incertidumbre con nuestro principal socio comercial. El año pasado, México fue el principal exportador de mercancías a la Unión Americana (505,851 millones de dólares), por delante de China (438,947) y Canadá (412,696).
Esperar hasta el domingo implica una afectación al menos a 9,701 millones de dólares en exportaciones, promueve el nerviosismo en los mercados, retrasa muchas decisiones de producción e inversión en el país, acelera la depreciación del tipo de cambio y genera la salida de capitales hacia otros países. No sabemos si con la espera, el gobierno quiera generar ganancias por la depreciación del peso ante el dólar derivadas de las reservas del Banco de México.
Además de anunciar su primer paquete de represalias, Canadá presentó esta semana una solicitud ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para la formación expedita de un pánel, ya que la decisión de Trump es también una violación a los acuerdos de la Ronda Uruguay. Este proceso tomará alrededor de un año y aunque Estados Unidos no está obligado a detener la aplicación de aranceles, cuando el pánel emita su fallo se tomará en consideración el daño producido hasta esa fecha. Aunque Trump desprecia a la OMC, el resultado generará un precedente que afectará la influencia de ese país en otros foros comerciales.
Por su parte, los industriales canadienses iniciaron una campaña para retirar de los anaqueles y dejar de comprar productos estadounidenses, viéndose ya huecos importantes en todo tipo de almacenes. Entre los productos que ya no están a la vista están el bourbon y los vinos de California, algunas frutas y hortalizas y productos para la limpieza e higiene. Además, el premier de Ontario, Doug Ford, amenazó con cortar la energía que venden a los estados del noreste de Estados Unidos.
La segunda pregunta es: ¿qué fueron a negociar Marcelo Ebrard y el gabinete de seguridad a Washington? Ebrard se reunió la semana pasada con el nuevo representante comercial, Jamieson Greer, y con el secretario de Comercio, Howard Lutnick. Greer es el responsable de los acuerdos comerciales de Estados Unidos, mientras que Lutnick es quien dicta la política comercial interna, excepto en negociaciones internacionales. Hasta la fecha no se ha dicho nada sobre el resultado de estas reuniones o del encuentro entre las autoridades de seguridad de ambos países, aunque en su discurso del martes, Trump dijo que México entregó a 29 dirigentes del narco debido a la presión de los aranceles.
El miércoles, el sector privado emitió un comunicado expresando su apoyo a la presidenta. Pero en realidad no sabemos para qué. Aunque el gobierno ha dicho que tiene varios planes para enfrentar a Trump no ha comentado sobre su contenido. Cabe la tercera pregunta: ¿el retraso de Sheinbaum en anunciar medidas para enfrentar las agresiones de Trump se debe a negociaciones de las que no nos hemos enterado – y que seguramente poco tienen que ver con el comercio de fentanilo o la inmigración ilegal – o es por desconocimiento del tema o por mala asesoría? Trump habla bien de quienes considera tiene dominados e insulta a quienes lo enfrentan, como Trudeau o la excanciller alemana, Angela Merkel. ¿Cuáles son los objetivos y la audiencia del acto del domingo, ahora que se pospusieron los aranceles?