La incertidumbre comercial entre México y Estados Unidos ha desatado una crisis en la logística empresarial. La imposición y suspensión de aranceles en dos ocasiones (febrero y marzo de 2025) ha llevado a las empresas a modificar sus estrategias, generando sobrecostos que afectan su rentabilidad y competitividad.
Acumulación de inventarios y costos adicionales
Para evitar pagar futuros aranceles, muchas compañías adelantaron pedidos y saturaron sus almacenes. Si bien esta estrategia les permitió sortear los costos arancelarios, también incrementó los gastos de almacenamiento, logística y gestión de inventarios inmovilizados.
“Las empresas ven que si van a subir los aranceles el mes que entra, dicen: ‘sí, tráete todo lo que puedas para llenar los almacenes y no tener que pagarlos’, pero la pregunta es si están preparadas para una demanda de ese tipo”, explica Jesús Campos, CEO de CorporateLATAM.
Este fenómeno ha causado un efecto dominó en la cadena de suministro, generando mayor demanda de transporte de carga, lo que eleva los costos de distribución. Además, sectores como alimentos y productos perecederos enfrentan retos adicionales debido a la necesidad de infraestructura especializada para su conservación.
Congestión en cruces fronterizos y retrasos en la cadena logística
Otro problema derivado de la incertidumbre arancelaria es el aumento en los tiempos de inspección en la frontera. Según la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), estos tiempos se han triplicado desde el regreso de Donald Trump a la presidencia de EE.UU., afectando cruces clave como Nuevo Laredo, Ciudad Juárez y Tijuana.
🔹 El 80% del comercio terrestre entre México y EE.UU. se transporta en camiones, según la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
🔹 Durante los dos días en que los aranceles estuvieron vigentes, 200,000 camiones enfrentaron retrasos.
El efecto látigo en la cadena de suministro
El especialista en logística del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), Camilo Mora, advierte que esta volatilidad genera lo que se conoce como «efecto látigo», donde pequeñas alteraciones en la cadena de suministro pueden causar impactos masivos en costos y disponibilidad de productos.
“Es difícil dar un número exacto, pero la incertidumbre en la cadena de suministro siempre genera sobrecostos. Si las empresas no logran adaptarse, la ineficiencia aumentará”, explica Mora.
Empresas buscan estrategias para mitigar los efectos
Ante este panorama, las empresas han comenzado a ajustar sus operaciones. Claudia A. Connelly, directora de Atención Aduanera y Asuntos Internacionales en la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), menciona que las compañías están fortaleciendo la coordinación con transportistas e importadores para optimizar tiempos de entrega y reducir costos.
“La incertidumbre también genera costos de transacción porque no sabemos si vamos a cotizar con aranceles o sin ellos. Esto tiene un impacto en toda la cadena de suministro”, señala Connelly.
A pesar de que el mayor efecto de esta crisis podría reflejarse en el consumidor estadounidense con precios más altos, las empresas mexicanas deben encontrar formas de operar con mayor eficiencia para mantener su competitividad.
