Vestido de negro y con una presencia magnética, Benoit Richaud se ha convertido en uno de los coreógrafos más influyentes del patinaje artístico. Su enfoque va más allá de la técnica: busca que el patinaje sea una experiencia espiritual tanto para los atletas como para los espectadores.
“Con mis patinadores más cercanos, siento que puedo percibir el latido de su corazón dentro de mí. Es una conexión total con lo que intentan representar”, compartió Richaud en entrevista con Olympics.com.
El francés, que ha trabajado con algunos de los mejores patinadores del mundo, ve la coreografía como una forma de terapia. Para él, el patinaje artístico debe trascender el deporte y transmitir un mensaje filosófico y emocional.
Parte de su trabajo se podrá ver en el Campeonato Mundial de Patinaje Artístico ISU 2025, que se celebrará en Boston del 25 al 30 de marzo. Además, este evento será clave para la clasificación a los Juegos Olímpicos de Invierno Milano Cortina 2026.
Richaud espera seguir revolucionando el patinaje, acercándolo aún más al arte y explorando su poder para sanar y transformar a quienes lo practican y lo disfrutan.