Max Verstappen vivió un fin de semana para el olvido en el Gran Premio de Bahréin 2025. El piloto neerlandés, cuatro veces campeón del mundo, terminó en una discreta sexta posición tras una carrera llena de fallos técnicos, errores en pits y un rendimiento general muy por debajo del esperado. La victoria fue para el australiano Oscar Piastri, mientras que Verstappen cayó al tercer lugar del campeonato, detrás de los McLaren de Norris y el propio Piastri.
Durante la carrera, el neerlandés mostró su frustración por radio, especialmente al verse fácilmente superado por el novato Kimi Antonelli de Mercedes. Las quejas continuaron cuando no pudo contener a Jack Doohan y Esteban Ocon. Para colmo, las dos paradas en boxes fueron caóticas: en la primera fallaron las luces LED de salida, y en la segunda hubo problemas con un neumático, lo que le costó valiosos segundos.
Después del desastre, Verstappen no se guardó nada: “Todo lo que podía salir mal, salió mal. No estamos en la pelea por el campeonato, estamos tratando de resolver problemas en el coche”, dijo a Dazn. También se mostró sorprendido por lo mal que respondió el auto: “El ritmo fue muy malo, peor de lo que esperaba. Fue lo máximo que podíamos lograr hoy”.
Los problemas no solo fueron de pilotaje. En palabras de Helmut Marko, asesor de Red Bull, la situación es “alarmante”. El equipo, que marcha tercero en el mundial de constructores, detrás de McLaren y Mercedes, enfrentará cambios urgentes en las próximas carreras. Incluso hubo tensión en el garaje tras la carrera, cuando el mánager de Verstappen, Raymond Vermeulen, tuvo una fuerte discusión con Marko, según reportó Ted Kravitz de Sky Sports.
Aunque Yuki Tsunoda logró sumar algunos puntos con su noveno lugar, Red Bull sabe que necesita mejorar tanto en fiabilidad como en estrategia si quiere volver a pelear por el título. De momento, el dominio que tuvo en temporadas pasadas parece estar en serio peligro.