Chiba Mone, la prometedora patinadora artística japonesa de 19 años, está más cerca que nunca de hacer su debut en los Juegos Olímpicos de Invierno Milano Cortina 2026. Después de una temporada destacada, donde se consagró como medallista de bronce en el Campeonato Mundial de Patinaje Artístico de 2025, la joven atleta se encuentra en una posición inmejorable para formar parte del equipo olímpico japonés.
En una entrevista reciente, Chiba expresó su satisfacción por los logros alcanzados en los últimos meses: «Estoy en un lugar ahora en el que no podía estar hace un año». Tras un inicio de carrera algo complicado, en el que incluso tuvo que lidiar con el asma inducido por el ejercicio, la patinadora ha mostrado una evolución significativa en su desempeño, destacando especialmente en competiciones clave como el Grand Prix.
El Mundial de 2025 fue el punto culminante de su temporada. A pesar de enfrentar algunos altibajos, como el cuarto lugar en los nacionales y el sexto puesto en los Cuatro Continentes, Chiba logró mantener la calma y se coló en el podio mundial. «Este bronce me alegra mucho, pero sé que aún tengo mucho que mejorar», comentó después de su histórica medalla.
Chiba también atribuye su progreso al trabajo físico realizado durante la temporada baja, cuando contrató un entrenador personal para fortalecer su cuerpo y soportar mejor las exigencias de la alta competición. Este enfoque integral, sumado a su participación en la Academia Kinoshita bajo la tutela del entrenador Hamada Mie, ha sido clave en su ascenso al podio mundial.
Ahora, con el Trofeo Mundial por Equipos en Tokio como su última competencia importante antes de los Juegos Olímpicos, Chiba se prepara para continuar su crecimiento. Junto a su compatriota y tres veces campeona mundial Sakamoto Kaori, la joven patinadora buscará liderar a Japón en la cita olímpica de 2026.
Chiba, quien alguna vez vio a sus ídolos como figuras inalcanzables, ahora se siente en igualdad de condiciones, consolidando su confianza para el futuro. «Necesito ser dura», afirma, con la mirada puesta en su primer gran evento olímpico, donde Japón espera que ella y Sakamoto lleven al país a lo más alto en el patinaje artístico.