El Banco Popular de China (PBOC) ha instado a las empresas estatales a priorizar el uso del yuan en sus operaciones internacionales, como parte de una estrategia para fortalecer su papel en el comercio global. La medida busca avanzar en la internacionalización de la moneda china en un contexto de creciente incertidumbre comercial.
Esta directriz se da en medio de una escalada en las tensiones económicas globales, particularmente tras los nuevos aranceles “recíprocos” impulsados por el presidente estadounidense Donald Trump, que han alterado el comercio internacional y desestabilizado los mercados financieros.
Aunque Washington anunció una tregua temporal de 90 días para la mayoría de los países, aplicó fuertes aranceles a los productos chinos, elevándolos hasta un 145%. Pekín respondió con represalias, acelerando sus esfuerzos por reducir su dependencia del dólar en las transacciones globales.
En un comunicado conjunto con otros entes reguladores, el PBOC alentó a los bancos comerciales de Shanghái a expandir el crédito transfronterizo, facilitando financiamiento en yuanes para empresas que operan internacionalmente y promoviendo importaciones y exportaciones denominadas en su moneda local.
Además, el banco central anunció que fortalecerá el Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos (CIPS), investigará la aplicación de tecnología blockchain y respaldará la expansión de la Bolsa de Oro de Shanghái en los mercados internacionales, buscando consolidar al yuan como una moneda de referencia en los principales sectores económicos.