Simone Biles y Rebeca Andrade, dos de las más grandes estrellas de la gimnasia artística, compartieron un momento especial durante los Premios Laureus 2025, celebrados el 21 de abril en Madrid, España. A pesar de ser rivales feroces en el tapiz de gimnasia, las dos deportistas han cultivado una amistad sólida que se hizo evidente durante el evento.
El día anterior a la ceremonia, ambas gimnastas fueron vistas en el Estadio Santiago Bernabéu, donde disfrutaron de un partido de fútbol junto a otras grandes figuras del deporte, como Novak Djokovic y Mondo Duplantis. Fue una oportunidad para que, más allá de la competencia, se mostraran cercanas y compartieran una sincera camaradería.
Durante la ceremonia, Biles fue galardonada con el premio a la Deportista Mundial del Año, mientras que Andrade recibió el premio a Regreso Mundial del Año, un honor que Biles había ganado el año anterior. Este reconocimiento a Andrade fue en gran parte por su destacada actuación en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde se demostró su capacidad para superar desafíos físicos y emocionales.
Andrade expresó su emoción por el premio en una entrevista posterior, señalando que, aunque los deportes individuales pueden ser solitarios, los Juegos Olímpicos de París demostraron que la camaradería entre competidores es posible. «Me sentí muy orgullosa de competir junto a la ganadora de este premio el año pasado, Simone Biles», declaró.
Además de los premios, las gimnastas posaron juntas para fotos junto a la leyenda de la gimnasia Nadia Comaneci en la alfombra roja. Esta imagen fue un reflejo de la admiración mutua que ambas se tienen, un sentimiento que se consolidó durante su tiempo en la elite de la gimnasia.
El vínculo entre Biles y Andrade, quien ha superado lesiones y obstáculos a lo largo de su carrera, sirve como inspiración para muchos en el mundo del deporte. Ambas gimnastas continúan siendo un ejemplo de perseverancia, rivalidad sana y amistad fuera del escenario competitivo.